SUP Yoga: ejercítate en el mar

Renueva tu interés por el yoga cogiendo una tabla de surf y fundiendo tus posturas con un paisaje incomparable: el mar

Por Cristina Soria

Desde las playas de California ha llegado una nueva disciplina de yoga que puede aplacar el calor de las temperaturas veraniegas, es el Paddle Board Yoga o SUP Yoga, y se diferencia del resto de modalidades en que las posturas del Hatha Yoga tradicional, procedente de la India, se realizan sobre una tabla de surf. 

Esta disciplina goza de su momento de fama gracias a que muchas celebrities se han “tirado al agua” para realizarlo. El origen californiano del SUP Yoga también se aprecia cuando vemos a los famosos practicando asanas sobre sus tablas de surf, tales como Matthew McConaughey, Lady Gaga, Rihanna, Jennifer Aniston, Lance Armstrong o Kate Hudson.

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¿Cómo es una sesión de SUP Yoga?

Cada sesión de SUP Yoga tiene una duración aproximada de 90 minutos. El tipo de tabla que se necesita no es la clásica del surf, sino que debe ser un poco más ancha para contar con la suficiente base para realizar las posturas. De largo es recomendable que tenga hasta dos metros.

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Pese a que es una disciplina que se realiza en el agua, la sesión suele comenzar todavía en tierra firme, en la arena. Los estiramientos iniciales, el saludo al sol y un calentamiento del cuerpo se realiza en la orilla del mar o del lago que hayamos elegido.

Después comienza la parte de la clase que se desarrolla en el agua, donde se pasa de una postura a otra ya subidos cada uno en su tabla. El objetivo es que el movimiento del agua se una a tus propios movimientos, trates de equilibrarte y puedas sentirte parte de el agua, como un todo, gracias al mecer de las olas. Y para finalizar se puede realizar una relajación sobre la tabla.

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¿Qué beneficios tiene el SUP Yoga?

Con esta nueva modalidad, además de los efectos beneficiosos ya conocidos del yoga, aumentaremos la resistencia, fuerza, flexibilidad y coordinación necesarias para mantener el equilibrio sobre la tabla, permitiendo que nuestro core trabaje intensamente. Además, podemos dejarnos invadir por una sensación de tranquilidad y armonía al vernos formar parte de un entorno tan increíble como el mar. 

Para llevar a cabo este estilo de yoga es necesario saber nadar y contar con unas nociones básicas de surf que te permitirán mantenerte en la tabla, no hace falta ser un experto pero sí estar familiarizado con los movimientos clave del surf que harán que no acabes en el agua a la primera de cambio.

Añadiendo el agua a nuestra práctica del yoga estamos potenciando la estabilidad del core que nos obligará a buscar un equilibrio correcto para cada postura. Esta disciplina es un reto formidable porque mantener esa estabilidad no es tarea fácil. Resulta muy complicado al principio y puede incluso frustrar si no se dispone de esos conocimientos básicos de surf. Pero, por otro lado, esto reaviva la práctica del surf, le aporta una originalidad, una belleza y armonía extras que hace que realizar las posturas de yoga tradicionales suponga un nuevo reto lleno de interés. Eso sí, a la tabla hay que subir con mucha paciencia.

Para afrontar este reto con éxito y no desesperarte es muy recomendable empezar por las posturas más sencillas, las que consisten en colocar los dos pies sobre la tabla, esto te dará una primera noción de seguridad que podrás ir extendiendo al resto de poses. Además, es muy necesario realizar estos movimientos iniciales con la mayor lentitud posible, favoreciendo el equilibrio y la consciencia de nuestro cuerpo en todo momento. Para ello, si mantenemos un punto de vista fijo cuando nos movemos, estaremos centrando el foco de nuestro equilibrio y potenciándolo.

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