Aprende a vencer el sentimiento de inseguridad
Sentirte insegura ante determinadas situaciones es algo natural, pero es importante aprender a reconocer ese sentimiento y no permitir que nos impida actuar como debemos.
Sentir inseguridad a veces nos salva la vida, es un mecanismo de nuestra psicología para que midamos nuestras fuerzas y seamos cautos con los objetivos que nos planteamos. Sin embargo, es inevitable que nos sintamos limitados en algunas cuestiones, y pensemos que deberíamos poder desenvolvernos con menos temores, y que probablemente nos estemos perdiendo grandes oportunidades para dar un paso al frente. Y pese a ello, nunca tendremos el convencimiento total de si nuestra inseguridad es nuestra salvadora o censora.
No obstante, conviene apoyarnos en algunos trucos, ejercicios o recursos, con los que podremos distraer a nuestra inseguridad y escaparnos para dar rienda suelta a nuestras perspectivas. Como en todo, lo importante es saber encontrar un término medio entre el inmovilismo y la osadía. En su justa medida está el éxito.
No siempre fuiste insegura
Pese a que ciertos entornos o situaciones nos bloquean, si echas mano de tus recuerdos es muy probable que puedas rememorar una buena cantidad de situaciones en las que tomaste la delantera, te esforzaste y saliste victoriosa aun cuando tuviste que traspasar cierta inseguridad.
Puede que tú ni siquiera seas consciente de esos momentos, pero que tus familiares y amigos sí atesoren algunos recuerdos de ti enfrentándote al mundo. Sumérgete en tus recuerdos, y habla con quienes te quieren.
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La inseguridad también es un problema espacial
Es muy común que existan entornos en los que la inseguridad se haga fuerte, y otros en los que nos sentimos más libres y sin ningún temor por nuestras acciones. Esto tiene que ver con que todo lo que hemos vivido antes nos crea una huella y en ocasiones consideramos que un entorno es segurizante, tan solo porque hemos estado a gusto en un lugar o situación similar con anterioridad
Si eres consciente de esto, y en qué ámbitos has tenido éxito o donde sientes mayor ansiedad, puedes empezar a analizar las razones de tu inseguridad y luchar contra ella con mayores argumentos. Racionaliza que no todos los entornos laborales o sociales tienen por qué repetir estos patrones negativos, y trata de estirar tus éxitos y entornos segurizantes para que puedan dar cobertura a toda tu vida.
Divide y vencerás
Si para ti la inseguridad es un problema continuo, puedes empezar tomando nota de aquellas cuestiones que lograste saldar con anterioridad, y poco a poco abrir en ese mismo cuaderno a retos futuros, es decir, anota tus objetivos.
Trata de que tus objetivos puedan desglosarse en pasos. Luchar contra un gran monstruo, el de la inseguridad, puede ser una tarea dura, pero si lo hacemos desmenuzando, atacando primero una porción, luego otra… así tendremos más posibilidad de éxito.
Por tanto, toma nota, no sólo de tus objetivos generales, sino de cuestiones menores: divide los objetivos en muchos otros a corto plazo. Así conseguirás ir derrotando tu inseguridad en cuestiones pequeñas y cuando menos te lo esperes tus logros serán grandes.
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Habla contigo misma
Una de las primeras barreras que debes romper es la de tu mente. Si sufres la inseguridad, todo se te hará enorme y las opciones que están en tu mano te parecerán muy débiles. El primer paso para emprender el viaje es abandonar la intimidad de tu mente, de tus pensamientos. Habla contigo misma, pero hazlo en alto.
Establece un diálogo contigo, y con quien crees que supone un impedimento a tu seguridad, quien simboliza este bloqueo. Imagina qué le dirías a quien te supone una barrera, y cómo te respondería él. Habla sin límite y sin esquivar escollos. Y probablemente llegará un momento en el que la conversación te pedirá más, y necesites romper el diálogo y hablar con otra persona de carne y hueso. Enhorabuena, ese es el momento en el que tu inseguridad está a punto de salir por la puerta.
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