Todo lo que necesitas saber sobre los parabenos
Estos compuestos químicos presentes en los productos cosméticos son los encargados de su correcta conservación
Probablemente más de una vez hayas oído hablar de los parabenos y de las controversias que su uso suscita en algunos productos cosméticos. Pero, ¿qué son exactamente? Se trata de unos compuestos químicos conocidos principalmente por sus propiedades bactericidas y fungicidas, que actúan de manera efectiva como conservantes en muchos tipos de fórmulas, aumentando así su período de utilización y seguridad. Unas características que, en combinación con su bajo coste y eficacia en pequeñas cantidades, hacen que sean muy comunes en las industrias cosmética y farmacéutica. Así, se pueden encontrar en artículos de higiene diaria tan habituales como geles de baño, champús, cremas hidratantes, medicamentos tópicos, maquillaje, autobronceadores y dentífricos.
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¿Por qué son necesarios?
La Cooperación Internacional en materia de Reglamentación de los Cosméticos (ICCR) indica que los conservantes son ingredientes elegidos específicamente por sus propiedades para prevenir la aparición de microorganismos, como bacterias o moho, que pueden contaminar un producto cosmético durante su almacenamiento y su uso debido a su exposición al oxígeno y a las variaciones de temperatura. Sin ellos presentarían un riesgo para el consumidor, tendrían una fecha de caducidad muy limitada y se estropearían fácilmente. Incluso, es probable que aquellos con un alto contenido de agua, una vez abiertos, tuvieran que ser sustituidos al cabo de una semana o menos. La refrigeración podría ampliar el período de conservación de los cosméticos sin conservantes, pero aun así, no podría garantizarse la calidad en muchos de ellos.
Eficacia y seguridad
Todos los productos cosméticos tienen que estar adecuadamente conservados y someterse a ensayo, también todos aquellos con la etiqueta 'natural' o 'bio' para garantizar que se conservan adecuadamente y son seguros para el consumidor. Según la ICCR, la determinación de la inocuidad del conservante comienza con su proveedor y se extiende a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. El objetivo es utilizarlos en porcentajes bajos, de modo que se limiten a lo que sea necesario para garantizar su eficacia y seguridad. Las autoridades reguladoras siguen de cerca los informes científicos y reglamentarios internacionales a fin de revisar periódicamente la seguridad de los ingredientes de los cosméticos.
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¿Son seguros todos los parabenos?
Sin embargo, desde hace un tiempo existe cierta alarma social en torno a los parabenos, puesto que algunos están bajo sospecha de que puedan pueden alterar el equilibrio hormonal del organismo o, en el peor de los casos, tener efectos cancerígenos. De este modo, la normativa europea los permite en determinadas concentraciones, aunque algunas instituciones como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda evitar alguno de ellos. ¿Cuáles son?
- Methylparaben y ethylparaben. Estos compuestos son seguros y eficientes conservantes y no suponen motivo de preocupación si se usan en las concentraciones permitidas. Suelen aparecer en la parte final de la lista de ingredientes del cosmético, lo que quiere decir que están presentes en bajas cantidades. Deben encontrarse en un máximo del 0,4 % de concentración en un producto (o el 0,8 % si son mezclados).
- Butylparaben y proylparaben. La OCU señala que, aunque su concentración suele ser baja, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea ha recomendado reducir su límite legal al 0.14% del producto, ya se utilicen solos o mezclados. No obstante, la institución indica que, por precaución, se eviten totalmente en productos que permanezcan sobre la piel (como cremas y lociones corporales) durante varias horas. Además, se desaconsejan totalmente en productos destinados a niños menores de 3 años o embarazas.
- Completamente prohibidos. La Unión Europea prohibió en 2014 los parabenos isopropylparaben e isobutylparaben, y otros como el phenylparaben, benzylparaben o pentylparaben (muy poco utilizados). Esta restricción se debe a que se considera que no hay suficiente información sobre los riesgos que conlleva su uso, por lo que no es posible evaluar su seguridad y, por tanto, no deben ser utilizados.