Descubre el konjac, la llamada 'pasta' sin calorías
Un ingrediente de la cocina oriental que se está convirtiendo en tendencia por su escasísimo aporte calórico
Una dieta equilibrada pasa por incluir todos los grupos de alimentos, sin descartar ninguno de ellos, pues nuestro cuerpo necesita las proteínas, las grasas, los hidratos, así como minerales y vitaminas, para su correcto funcionamiento. Sin embargo, cuando queremos hacer frente a algunos kilos de más y readaptamos nuestra pauta de alimentación con el objetivo de perderlos, ponemos especialmente el foco en reducir la cantidad de grasas e hidratos de carbono.
Entre los hidratos de carbono se encuentra precisamente la pasta que es, además, uno de los platos más socorridos, versátiles y deliciosos del recetario particular de cada casa. Prepararla con verduras, con unos langostinos y guindilla o salteada sin salsas son algunos de los consejos para mantenerla 'a raya' y no hacerla doblemente calórica. Otro de los consejos es recurrir a trampantojos como la 'pasta' elaborada a base de verduras, un recurso para el que solo necesitarás un espirilizador y que convertirá un calabacín en unos deliciosos espaguetis.
Desde hace un tiempo se ha unido un nuevo aliado a esta lista de trucos para seguir comiendo pasta sin caer en una ingesta de más de carbohidratos: el konjac. Se trata de un vegetal procedente del sudeste de Asia que puedes encontrar con otros nombres como konjaku, shirataki, elephant yam o lengua del diablo. Con su raíz se elaboran harinas o mermeladas, así como una especie de gel que se utiliza como gelatina y espesante. Aunque sus propiedades en cocina se asocian más a la textura que a su sabor, dado que es bastante insípido, su formato en forma de fideos o noodles está siendo toda una revolución.
Un descubrimiento para dietas de adelgazamiento
¿Qué aporta el konjac en nuestra dieta? Nutricionalmente, prácticamente nada. Está compuesto de glucomanano, una fibra natural que tiene la capacidad de absorber gran cantidad de agua (hasta 50 veces su peso). Esto hace que se trate de un alimento muy saciante y, a la vez, que no aporte calorías. Es una buena alternativa para evitar los carbohidratos mientras nos 'engañamos' para comer pasta, ya que solo ofrece un 3% de fibra y un 97% de agua. Por otro lado, no aporta nada a nivel sensorial ni a nivel nutricional, por lo que no debe incluirse de forma recurrente en el menú semanal, sino que más bien representa un recurso saciante a tener en cuenta de forma puntual. Lo podrás encontrar en el mercado en forma de pasta, de rollitos, noodles, fideos, arroz, condimento y hasta como suplemento alimenticio.
Su textura, no para todos los gustos
El konjac tiene una textura viscosa, gomosa, casi escurridiza, por lo que no es, a priori, un bocado excesivamente agradable. Una consistencia que, por otro lado, ha provocado más de un problema. Se dieron varios casos de muerte por asfixia de niños en EEUU, algo que provocó que la Unión Europea adaptara medidas por las que prohibió la venta del llamado dulce de konjac, dado que no se deshace bien en la boca.