Si eres runner es posible que sientas que tu cuerpo te pida un extra de estiramientos, porque puede que sientas la musculatura desequilibrada y necesites relajarte. Y es que para correr más y mejor, y evitar lesiones es necesario combinar el running con otra disciplina que lo complemente.
El yoga, en casi cualquiera de sus variantes, te ayudará a ganar resistencia, a mejorar tu postura, a estirar la musculatura y, además, a relajarte. Se trata de una disciplina que acondicionará tu cuerpo y mente de manera completa, beneficiándote en muchos aspectos de tu vida, incluído el running.
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Aumenta tu capacidad respiratoria y tu concentración
La respiración es tan importante en el running como en el yoga. En este último, sirve como nexo entre el cuerpo y la mente. Además, es una potente herramienta que te ayudará a relajarte y aumentar tu tono vital, ya que tus células se oxigenan con cada respiración profunda y controlada. Por si fuera poco, el yoga une los estiramientos que necesitas con la respiración en la práctica de pranayamas. Unos consisten en exhalaciones, otros en inhalaciones, y otros en la retención de la respiración. La suma de todos ellos te ayudará a expandir el tórax y toda la zona intercostal. La respiración consciente y controlada mejorará tu calidad respiratoria y aumentará tu capacidad de control mental al correr.
Mejora la calidad de tu pisada
Cuando corres, tus pies soportan una carga de peso superior a cuando caminas y aumenta el riesgo de padecer algún tipo de lesión. Para evitar esto y cuidar tus pies es importante que adquieran una buena elasticidad y que estén bien cuidados e hidratados. En yoga, los pies son una parte del cuerpo de vital importancia ya que son nuestro soporte y nos ayudan a reconectarnos con la tierra. De modo que te olvidas de las zapatillas y te beneficias de fortalecer y masajear tus pies descalza.
Durante la práctica de asanas se trabaja la correcta distribución del pie sobre el suelo, de tal manera que se relaje el sistema nervioso y se estimule la circulación sanguínea. Sin lugar a dudas, algo que tu pies van a agradecer después de una buena carrera.
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Ayuda a proteger tus isquiotibiales
Una de las lesiones más frecuentes en el running es la de isquiotibiales, tanto en corredores principiantes como en veteranos. Practicar yoga te ayudará a estirar estos músculos a fondo y a reducir posibles dolores y lesiones.
Además, las distintas asanas te ayudarán a trabajar de manera efectiva los cuádriceps, la zona lumbar-pélvica y los flexores de cadera. Trabajar estas zonas de tu cuerpo es muy importante para que tu carrera sea más eficiente, y el yoga te ayuda a hacerlo.
Al correr también se implican nuestras emociones
Ya hemos dicho que el yoga trabaja la conexión entre lo físico y lo mental. Nos ayuda a escuchar tanto a nuestro cuerpo como a nuestro estado anímico, y a controlar nuestras emociones para alcanzar y mantener posturas que pueden llegar a resultar incómodas. Esta escucha y este control emocional es igual de necesario a la hora de afrontar un entrenamiento o una carrera. Si nos ejercitamos a nivel mental y emocional podemos conseguir mejores resultados y, sobre todo, sentirnos más relajados y felices.
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