El agua es un componente fundamental en nuestro organismo y es imprescindible para el buen funcionamiento de este. El cuerpo está compuesto por un 60% de agua y la deshidratación se alcanza perdiendo tan solo un 2%, por lo que ingerirla resulta absolutamente necesario. De hecho, según la nutricionista y colaboradora de ¡Hola!, Marta Lorenzo, beber una buena cantidad del agua que sea, puede ayudar a evitar el estreñimiento, los cálculos renales e incluso a reducir la hipertensión si nos tomamos un vaso en ayunas.
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Y, ¿cuánta debemos beber al día? “Constantemente me hacen esta pregunta, pero es difícil contestarla ya que cada persona tiene unas necesidades y un ritmo de vida diferente. Por regla general, la manera de saber cuánta agua debemos beber, viene relacionada con las calorías que ingerimos a lo largo del día, ya que lo ideal sería ingerir 1ml de agua por kcal de la dieta. Por ejemplo, en una de 2000 kcal, debemos ingerir 2 litros”, dice la experta.
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No obstante, ahora mismo no sólo se cuestiona la cantidad de agua que debemos ingerir, sino también qué tipo de agua es la más saludable. Por eso, es importante conocer los detalles de cada una de ellas, para escoger la que mejor nos venga e incluirla en nuestra dieta diaria.
Ventajas del agua del grifo:
- Es más económica. En España, el agua del grifo es mucho más barata en comparación con otros países, por no hablar del precio de un litro de agua embotellada (el 90% del precio que pagamos del agua embotellada es la botella).
- Es más ecológica. Por el ahorro del embotellado, hecho con plásticos derivados del petróleo que, cuando se desechan, acaban contaminando gravemente el planeta y, cuando se destruyen, liberan numerosos tóxicos al medioambiente.
- Evitamos la ingesta de todo tipo de contaminantes procedentes de la botella. El plástico disuelve en esta una serie de residuos procedentes del PVC trasmitiendo al agua dioxinas, aunque aparecen en niveles muy bajos y no son peligrosos.
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Ventajas del agua mineral:
- No contiene toxinas. El agua del grifo procede principalmente de ríos que, en ocasiones, se ven afectados por los vertidos de fábricas, lluvias ácidas, pesticidas para tratar las tierras, etc. Y aunque se potabiliza añadiendo cloro, flúor y sulfato de aluminio, estos solo eliminan bacterias, pero no las sustancias químicas. Motivo por el que se suele recomendar beber agua mineral.
- Sabes con exactitud qué estás tomando. Gracias a su etiquetado, podemos conocer su lugar de origen y su composición química al detalle.
- Aporta minerales esenciales. Como el calcio y el magnesio, pero también bicarbonatos, flúor y sodio. De hecho, el calcio contenido en 2 litros de agua mineral natural es casi similar al de 100 ml de leche.
- No sabe a cloro como puede saber la del grifo. Este es otro de los motivos por los que mucha gente se decanta por el agua mineral, ya que, en ciertas provincias del país, el sabor puede ser desagradable.
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En resumen, tanto una como la otra tiene sus ventajas y sus desventajas, pero ambas son necesarias en nuestro día a día. Ahora dejamos que cada uno reflexione con la información que aportamos, y busque su mejor opción.
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