Los pies son una de las zonas de nuestro cuerpo que más trabajo realiza durante el día. Caminar, hacer deporte y otros esfuerzos suponen una labor cansada que en ocasiones no se tiene en cuenta. Al igual que los expertos aconsejan hidratar la piel a cualquier edad, es necesario no dejar de prestar atención a estas áreas de nuestras extremidades para que sufran lo menos posible las consecuencias de nuestras largas jornadas de trabajo. Además, en pleno verano, no son pocos los motivos que nos invitan a mostrar los pies gracias al calzado abierto. Para que presenten un aspecto bonito y cuidado, existen pequeños trucos caseros y económicos, más allá de la piedra pómez, que requieren del uso de ingredientes populares.
Baños en agua con sal
De la misma forma que estas zonas acaban cansadas del día a día o tras la práctica deportiva, con el calor de estos meses, a veces sucede que terminen hinchándose. Para poner fin a la fatiga muscular en estas áreas conviene bañar los pies en agua con sal. Primero se deberán sumergir en la caliente y luego, a modo de contraste, en agua salada helada. Entre sus beneficios se encuentran: aliviar la tensión en los pies, activar la circulación en esta región corporal y neutralizar ciertos dolores.
Exfoliante natural de pies
En la época de las sandalias, los pies descubiertos dejan a la luz los pequeños defectos propios de una piel seca. Los talones agrietados son la consecuencia de un descuido en su tratamiento, pero, para acabar con la apariencia de aspereza y mejorar la suavidad en la zona, existen varios exfoliantes de pies de lo más eficaces, que deben aplicarse una vez por semana. Uno de ellos, el de menta, es fácil de hacer y los componentes pueden estar en tu despensa. Solo se necesitan dos tazas de azúcar moreno, media taza de aceite de oliva y 2 gotas de aceite esencial de menta. Con la mezcla de todos estos alimentos se consigue una pasta consistente que se deberá aplicar haciendo círculos, durante un par de minutos, y retirar posteriormente.
Manzanilla contra los callos
Las propiedades de una hierba aromática como la manzanilla la convierten en una solución eficaz para acabar con diferentes sensaciones de malestar. Más allá de los síntomas propios de una mala digestión, esta alternativa natural puede ser aplicada a los pies. Se trata de una opción para luchar contra los callos. Con 4 cucharadas de manzanilla en flor y un litro de agua se puede realizar una infusión que suavizará la zona. Se realiza la mezcla en un recipiente grande, en el cual se introducirán los pies cuando el líquido esté aún caliente.
Aloe Vera en las durezas
El Aloe Vera es una de las plantas con más beneficios para la dermis. Si bien existen numerosas formas de conseguir 'su jugo', tanto si se cuenta con una planta en casa como si se dispone del gel natural embotellado es posible utilizarlo en estas zonas del cuerpo. Las durezas de los pies, esos defectos poco estéticos e incómodos de estas extremidades, pueden reducirse aplicando todos los días aloe vera. Convertirlo en parte de la rutina diaria es clave para hacerlas desaparecer.
Hidratación intensa con aceite de oliva
Aunque a priori parezca extraño, el aceite de oliva también puede ser nuestro aliado. El truco reside en aplicar este óleo en los pies, mediante un masaje, justo antes de dormir. En segundo paso se deberán cubrir con calcetines para, así, despertar con una piel más hidratada y decir adiós a las células muertas.