El coco es una fruta tropical procedente del cocotero, una gran palmera habitual en América, Asia y África. Constituido por una cáscara fibrosa de color verde anaranjado y un núcleo muy duro, es precisamente este ‘corazón’ del que los humanos hacemos uso.
Cargado de elementos como potasio, hierro y calcio, el coco es una fuente de nutrientes esenciales y beneficiosos para el organismo. Además, aparte de como alimento, hay otras maneras de sacar partido a este fruto, cuyo aceite es altamente beneficioso para la piel.
PROPIEDADES NUTRICIONALES
Entre los minerales que aporta el coco se encuentran el selenio y el zinc, con notables propiedades antioxidantes. Además de estos, la vitamina C, la B1 y la B3 son aliados perfectos para la salud de los sistemas óseo y nervioso, así como para reducir los niveles de colesterol. De manera paralela a todo lo anterior, el coco destaca por su elevado contenido en fibra, con todos los beneficios para el aparato digestivo que aporta este elemento.
No obstante, si hay que hablar de un ‘inconveniente’ de este fruto es de su alto contenido calórico. Tal y como apuntan desde la Fundación Española de la Nutrición, por cada 100 g. de coco hay 351 kilocalorías, lo que es una proporción ciertamente elevada para tratarse de una fruta. Aún así, el alto contenido calórico no debe ser una barrera a la hora de consumir este alimento, sino que, simplemente, habrá que tomarlo de manera más moderada que otras frutas más ligeras. Aunque es cierto que el coco es una fruta con un nivel alto de grasas saturadas, hay que distinguir entre las ‘grasas buenas y malas’ y las de este alimento son de las beneficiosas.
AGUA DE COCO
El coco guarda una considerable cantidad de jugo en su interior. Este líquido, conocido como agua de coco, no es solo un indicador del buen estado de la fruta -ya que si no contiene jugo es un claro signo de mal estado- sino que tiene una gran carga de vitaminas y sales minerales que lo convierten en una perfecta bebida isotónica.
Entre los nutrientes del agua de coco destaca el potasio, cuyas propiedades son altamente beneficiosas, especialmente para la regulación de la presión arterial.
LECHE DE COCO
La leche de coco se obtiene al exprimir su pulpa y tiene un gran contenido en ácido láurico. Este elemento es antibacteriano lo que convierte al alimento en aliado a la hora de combatir las infecciones.
Si bien el agua de coco se suele consumir tal cual, la leche de coco se suele utilizar como ingrediente en recetas de más componentes y no como bebida en sí. En la cocina asiática es un alimento muy utilizado y suele utilizarse tanto para postres, como para salsas de todo tipo.
ACEITE DE COCO
Este líquido procedente del coco se puede usar como elemento de cocina y aliado de belleza.
Extraído de la prensa de su carne, el aceite de coco tiene propiedades altamente hidratantes que hacen de él un elemento presente en numerosos productos de cosmética. Con un elevado contenido en vitamina E, este oleo se suele aplicar en el cabello, ya que tiene propiedades humectantes que lo mantienen hidratado durante más tiempo.
En la cocina, el aceite de coco no solo aumenta las defensas, sino que también mejora los niveles de azúcar en sangre al actuar como regulador.