Los mejores hábitos para una piel radiante gracias al deporte

Practicar deporte hace que cuidemos nuestra salud, nuestra forma física, la tonicidad de los músculos… pero, ¿y la piel? ¿sabías que hacer ejercicio rejuvenece?

Por hola.com

Son muchos los beneficios desconocidos del ejercicio sobre tu piel: por ejemplo, cabe señalar que mejora la circulación sanguínea y, como consecuencia, se produce una mayor oxigenación que favorece un mejor reparto de los nutrientes en el organismo. A la vez, hace que la piel luzca con mejor color, una textura más suave, más brillo y muchas menos probabilidades de sufrir problemas cutáneos como acné, dermatitis atópicas, etcétera; ya que, con la sudoración, los poros se abren, se limpian con mayor eficacia y las posibilidades de tener puntos negros o irregularidades cutáneas se minimizan. Por tanto, luciremos una piel más saludable.

Pero la acción antiaging y detox del deporte va más allá, y es capaz de combatir los efectos negativos del paso del tiempo y minimizar los procesos que envejecen la piel con la edad. Así, hacer ejercicio de forma regular es uno de los métodos de belleza más eficaces (más que cualquier crema) para reducir y evitar la aparición de arrugas y el resto de las marcas que entran en acción conforme vamos envejeciendo.

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Sin embargo, para exprimir todos estos beneficios que el deporte aporta a nuestra piel, se hace necesario un buen ritual de cuidados al terminar la sesión de entrenamiento; ya que durante la práctica deportiva también estamos sometidos a la liberación de radicales libres que provocan estrés oxidativo y factores externos, como el sol o el viento, que afectan a nuestra piel. Por tanto, al igual que estiramos nuestros músculos una vez que terminamos de entrenar, también debemos mimar nuestra piel. ¿Cómo? Los expertos de Infinit Fitness nos dan las claves para que nuestra piel luzca perfecta gracias al deporte.

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  • El primer hábito de todos es ducharnos nada más terminar de entrenar, algo que, normalmente, sólo hacemos si después de hacer deporte volvemos a la oficina. En caso de que después del gimnasio nos vayamos a casa, solemos dejar la ducha para más tarde. Es un error. Cuanto más tiempo pase, menos eficaz va a ser esa ducha; ya que los poros se habrán cerrado, el sudor se habrá secado en la piel erosionándola y el agua poco podrá hacer ya. Así que, ducharnos nada más terminar y con agua templada es la mejor manera de cuidar nuestra piel y que se muestre sana y brillante.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           Un truco: si además, antes de salir de la ducha, le damos al grifo del agua fría y somos capaces de aguantar tres segundos, mejor que mejor. Este simple gesto te ayudará a que la recuperación muscular se acelere y que los poros de la piel se cierren del todo.


Ahora, es preciso que conozcas dos elementos que entran en juego, y que nos explican los expertos en fitness: el colágeno y la elastina. "El colágeno es una proteína cuya pérdida genera arrugas, flacidez y falta de brillo. La elastina es un elemento químico que hace que la piel se regenere y recupere su tono después de algún esfuerzo (deportivo, por ejemplo). Si cuidamos estos dos elementos tendremos una piel más firme, más elástica, mucho más resistente y con más brillo". Para hacerlo, tenemos que tener muy en cuenta los siguientes consejos:

  • Antes de empezar a hacer deporte, nuestra piel tiene que estar limpia. Las chicas deben quitarse el maquillaje y los chicos lavarse la cara con agua tibia y jabón para evitar que queden impurezas que podrían beneficiarse de la apertura de poros durante el ejercicio.

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  • Nada más terminar de entrenar conviene quitarnos la ropa (estará húmeda) y ponernos algo seco y limpio. Una prenda húmeda es el lugar perfecto para que las bacterias campen a sus anchas.
  • Bebe suficiente agua antes, durante y después del ejercicio, esto ayudará a mejorar aún más la circulación sanguínea y la oxigenación.
  • Por último, una vez que concluimos todo el proceso y salimos de la ducha es el momento perfecto para darnos crema. Hidratar la piel es sumamente importante y qué mejor momento que cuando tenemos la piel limpia y libre de toxinas. Nuestro aspecto será perfecto, la salud de nuestra piel saltará a la vista y todo nuestro cuerpo estará en armonía.