Hoy en las páginas de la revista ¡HOLA! descubrimos en una entrevista exclusiva las emocionadas y valientes declaraciones de Terelu Campos tras conocer los resultados del estudio que se le ha realizado tras ser intervenida por segunda vez, concretamente el pasado 11 de julio, de cáncer de mama, enfermedad contra la que viene luchando desde el año 2011. Al parecer, el análisis ha revelado que el tumor extirpado en la mama izquierda era un tumor lobulillar, una tipología tumoral que suele manifestarse en los dos pechos, aunque según confirma la propia Terelu en la entrevista, de momento, solo ha aparecido en una mama. Y ha sido precisamente este poco tranquilizador diagnóstico el que la ha llevado a decidir estar dispuesta a someterse, si el equipo médico que la trata lo determina, a una mastectomía doble para acabar cuanto antes con el calvario que viene sufriendo desde que le fue diagnosticada la enfermedad.
No cabe duda de que afrontar una mastectomía es una decisión dura y difícil a la que deben enfrentarse muchas mujeres que sufren cáncer de mama. Para conocer un poco más en qué consiste esta técnica quirúrgica, cuándo se aplica y qué tipos de cirugía se pueden emplear nos hemos puesto en contacto con el doctor Lorenzo Rabadán, coordinador de la Unidad de Mama del Hospital Universitario de Torrejón (Madrid) y coordinador de la sección de patología mamaria de la Asociación Española de Cirujanos.
¿Qué es exactamente una mastectomía y cuál es el motivo que lleva a tomar una decisión de este tipo?
La mastectomía es la extirpación completa de la mama. Hay que empezar por decir que, actualmente, el 80% de los casos de este tipo de cáncer se tratan con cirugía conservadora, es decir, se extirpa solo el tumor y se mantiene la mama. Para ello existe una nueva especialidad, la cirugía oncoplástica, mediante la cual se tratan los tumores con técnicas de cirugía plástica para dejar las mínimas deformidades y para que las cicatrices se vean lo menos posible, de tal manera que se altere mínimamente la imagen corporal de la mujer.
Sin embargo, existen algunos casos en los que, debido a que el tumor es muy grande y no se puede reducir con quimioterapia previamente, o bien porque está muy extendido, es necesario recurrir a la extirpación de la mama.
Hace años la extirpación de la mama era completa, incluido el pezón, pero en la actualidad lo que se hace es mantener todo el envoltorio de la mama; es decir, se mantiene la piel y el complejo areola-pezón y se intenta hacer una reconstrucción en el mismo momento en que se realiza la mastectomía, de tal manera que cuando la paciente sale del quirófano lo hace con el pecho reconstruido.
¿Cuántos tipos de mastectomía existen y qué criterio se utiliza a la hora de aplicarlos?
Dependiendo de la paciente, de la forma y tamaño de la mama, y del tamaño, localización y tipo del tumor se hará un tipo diferente de mastectomía.
En la mastectomía clásica lo que se hacía era extirpar una elipse de piel alrededor del pezón, se quitaba todo el pezón, la areola y el tejido mamario. Hasta hace 20 o 25 años no se hacía la reconstrucción de la mama en el momento de la cirugía, de forma que quedaba el pecho plano y una cicatriz. Con el paso del tiempo, se empezó a conservar la piel, aunque se quitaba el complejo areola-pezón porque en aquel momento se creía que podían quedar células cancerígenas y se conservaba la piel para poder reconstruir el pecho (con un expansor mamario o directamente con una prótesis) a estas pacientes después de haber extraído todo el tejido mamario. Es lo que se conoce como una mastectomía ahorradora de piel.
En la actualidad, siempre que se puede, se opta por una mastectomía ahorradora de piel y ahorradora de areola y pezón. En estos casos, lo que se hace es extirpar el tejido mamario y el tejido mamario que queda debajo de pezón; este último se manda analizar aparte y, si los análisis confirman que está sano, mantenemos el pezón en su sitio y así conservamos todo el envoltorio de la mama para hacer la reconstrucción en el mismo momento de la cirugía, de tal manera que la paciente sale del quirófano con el pecho reconstruido. Esta reconstrucción se realiza o bien colocando un expansor mamario (es decir una prótesis vacía que luego en la consulta se va rellenando poco a poco con suero y posteriormente, en una segunda fase, se cambia por una prótesis); o bien colocando una prótesis directamente.
Existe otra posibilidad de reconstrucción, que se conoce con el nombre de autolonga, y consiste en utilizar el propio tejido de la paciente, generalmente, el músculo dorsal o la piel y la grasa del abdomen.
¿Cuándo está indicada la mastectomía preventiva?
Se conoce con el nombre de mastectomía profiláctica o reductora de riesgo. En la actualidad se conocen varios genes asociados al cáncer de mama que confieren altas probabilidades de padecer cáncer en un futuro, aunque los más importantes son: BRCA 1, BRCA 2, CHEK 2 y PALPB 2.
En ocasiones, hacemos estudios genéticos a familias en las que es frecuente el cáncer (normalmente el cáncer de mama y ovarios están muy relacionados) y nos encontramos con personas sanas que no padecen cáncer, pero que tienen una mutación genética que les hace candidatas a padecerlo a lo largo de su vida. Este fue el caso, por ejemplo, de Angelina Jolie, portadora de un gen que le daba un 80% de posibilidades de sufrir cáncer de mama, de ahí que optara por realizarse una mastectomía profiláctica, con lo cual el riesgo se reduce entre un 90-95%. A aquellas mujeres que tienen una mutación genética les solemos proponer o realizar un seguimiento cada seis meses o bien someterse a una mastectomía preventiva.
¿Son frecuentes las mastectomías dobles?
En realidad no, aunque evidentemente se llevan a cabo. Se puede hacer, por ejemplo, de manera profiláctica, es decir, cuando una paciente tiene una mutación genética le aconsejamos la mastectomía de ambos lados para evitar riesgos y las reconstruimos en el acto. Al reconstruir las dos mamas a la vez, el efecto del pecho es más simétrico.
También está indicada en algunos tipos de cáncer, como el lobulillar, en el que es más frecuente la afectación bilateral y que es, precisamente, el caso de Terelu Campos.
Luego hay pacientes que vienen con un cáncer y que además tienen antecedentes familiares. A estas pacientes se les recomienda un test genético rápido y si da positivo o si tienen un historial familiar muy importante, tratamos la mama que tiene el cáncer y solemos hacer también una mastectomía profiláctica de la otra mama. Esto no es muy habitual, pero en algunos casos se hace. Si me gustaría decir que el riesgo de cáncer de la otra mama es muy bajo. Para hacerse una idea, en una paciente que no tenga antecedentes familiares el riesgo es de un 0,5% cada año. Sí es verdad que es más elevado en aquellas mujeres que tengan un historial de cáncer en la familia, de ahí que en determinadas ocasiones se tome la decisión de proceder a una mastectomía doble.
Hoy lo más frecuente es la cirugía conservadora oncoplástica, es una cirugía pequeña, no quedan deformidades, las cicatrices son poco visibles y se hace de una manera ambulatoria. Es decir, se opera por la mañana, se realiza una biopsia del ganglio centinela y a media mañana la paciente puede irse a casa. Esto es así en el 80% de los casos, aunque hay un 20% en los que sí es necesario recurrir a una mastectomía.
¿Cuáles son los riesgos de una cirugía de este tipo?
El paciente tiene que estar informado, eso sí sin alarmismos, para saber exactamente a lo que se enfrenta y saber que, como cualquier otra cirugía, no está exenta de riesgos. Con las nuevas técnicas, que permiten conservar la piel y el pezón, surgen los clásicos de la cirugía, es decir, infección o hemorragia, aunque en una operación de mama son poco frecuentes porque es una cirugía muy limpia. En general, los mayores riesgos vienen determinados, sobre todo, por la reconstrucción mamaria como necrosis de la piel, infecciones y problemas con las prótesis o los expansores; sin embargo, a medida que nos hemos ido familiarizando con estas nuevas técnicas los riesgos son mucho menores.
El peor escenario para el cirujano es cuando la paciente va a recibir después radioterapia. Esto implica un riesgo de complicaciones, pero aun así, en esos casos, seguimos haciendo reconstrucción mamaria porque los beneficios son importantes.
¿Y cómo es la recuperación de la paciente?
Actualmente, hay técnicas de anestesia que, mediante el bloqueo de nervios, consiguen que durante las primeras 24-48 horas la paciente no sufra apenas dolor. Evidentemente, son cirugías importantes, pero en 48 horas la paciente puede estar en su casa y seguir un tratamiento analgésico convencional. Hay que tener en cuenta que hace años, las estancias en el hospital podían ser de 10 o 15 días.