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Es posible que te estés esmerando muchísimo en tus entrenamientos, y que cumplas con todas las indicaciones que te han dado para realizar tu sesión de ejercicios. Aunque, quizás, no estés prestando demasiada atención a lo que haces justo antes de poner el pie en gimnasio o de levantar la primera pesa, porque has de saber que hay cosas que es mejor evita.
Ir con prisas
Los frenéticos ritmos de vida nos obligan, a veces, a ir con prisa a cualquier parte. Pero, cuando se trata de ir al gimnasio, lo mejor es que respetemos el tiempo que le tenemos reservado y no vayamos con la hora justa. Aprovecha el gimnasio para relajarte, además de entrenar, y olvídate del estrés diario. Para lograrlo, ve con tiempo. Piensa que es tan importante ser puntual contigo misma como lo eres con otras personas y con tus obligaciones.
Llegar con sed
Es muy importante que te mantengas hidratada durante todo el día, pero especialmente a la hora de hacer ejercicio para evitar posibles lesiones. Lo ideal e ir bebiendo poco a poco por el camino, e ir añadiendo sorbos a medida que nos lo demande el entrenamiento.
Pero, del mismo modo que debemos evitar la falta de líquido en nuestro organismo a la hora de ir al gimnasio, tampoco es necesario consumir una cantidad excesiva de agua, porque podrían bajar nuestros niveles de sodio en sangre. Lo mejor es que te asegures de beber agua de manera equilibrada durante todo el día.
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Olvidarte de calentar
No te olvides de realizar un calentamiento sencillo y en movimiento antes de entrenar. Es fundamental para evitar lesiones. Trotar unos minutos y realizar algunos saltos bastará para que tu cuerpo se mueva y aumente el flujo sanguíneo. Así tu cuerpo se activará de forma más efectiva que estirando. No te ahorres el tiempo del calentamiento, porque si te lo saltas se verá perjudicado tu entrenamiento. Solo necesitas 5 minutos para asegurar el buen funcionamiento de tu cuerpo a la hora de hacer deporte.
Hacer estiramientos
Hemos hecho estiramientos toda la vida, porque supuestamente era necesario preparar así los músculos antes de hacer ejercicio. Pero, a día de hoy, los expertos aseguran que los estiramientos estáticos previos al entrenamiento disminuyen la fuerza muscular e incrementan el riesgo de padecer lesiones. Así que comienza con un calentamiento que movilice tus músculos para que adquieran temperatura y reserva los estiramientos para el final. Será mucho más beneficioso para tus músculos.
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No elegir la vestimenta
Es cierto que la ropa deportiva ha experimentado un auge en los últimos años y, a día de hoy, el mercado te ofrece una amplia gama de prendas que te permiten equiparte con un calzado cómodo y adecuado, y ropa ligera y transpirable para que puedas hacer tus ejercicios de manera adecuada. Así nada de bajar al gimnasio en chanclas ni con prendas que no estén diseñadas para hacer deporte.
Las siestas largas antes de entrenar
Es lógico que quieras ir descansada a tu entrenamiento, pero si tienes la suerte de dormir una siesta justo antes, procura que no dure más de 30 minutos. Si dura más, tu cuerpo entra en un estado de sueño profundo, como cuando duermes por la noche. Cuando interrumpes la siesta en ese punto del sueño te despiertas aturdida y agotada, a pesar de haber descansado. Si quieres y puedes tomar una pequeña siesta antes de entrenar, programa una alarma que te avise, como mucho, a los 20 minutos, y dispondrás de más energía para entrenar.
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