Perder a tu mascota puede suponer un dolor muy profundo, e incluso llegar a ser un acontecimiento traumático que condicione tu vida de la misma manera que lo haría la pérdida de un familiar. Así lo afirma un estudio de la Universidad de Hawái en el que, además, se estima que casi la mitad de los dueños que tienen que despedirse de su compañero peludo tardan más de 6 meses en superar el trance.
El papel de una mascota en la vida de su dueño
En la actualidad las mascotas forman parte de la familia de una manera mucho más significativa que en el pasado, dejando de ser animales de compañía para ser uno más del clan. Este cambio ya se reflejaba a finales de los años 90 cuando Sandra B. Barker, directora de la sección de la Escuela de Medicina de Virginia que estudia la interacción entre animales y humanos, concluyó que, en cada vez más casos, algunas personas percibían la relación con su mascota de manera igual o incluso más cercana que el vínculo que tenían con sus parientes.
Aunque cada vez son más quienes cuentan con animales de compañía, el hecho de que no todo el mundo haya disfrutado de una relación de este tipo hace que, cuando sucede algo tan duro como tener que dar el adiós definitivo a un perro o un gato, la empatía no sea la misma que en otras circunstancias, ya que se infravalora el vínculo entre una persona y su mascota.
Poca aceptación social
A pesar de que el que se sufre tras la pérdida de un animal está socialmente menos aceptado, es un duelo propiamente dicho y hay que tratarlo como tal. En España hay cada vez más centros con asistencia para estos duros momentos, bien para prestar apoyo a dueños de manera puntual o para llevar a cabo una asistencia continuada hasta que se supere la marcha.
La muerte de un perro o un gato puede doler tanto como la de alguien con quien se compartía el día a día, debido a la compañía que una mascota hace. Además, la manera en la que se pierde al animal puede influir notablemente en el duelo posterior. Tener que tomar la decisión de darle una muerte digna o un accidente inesperado pueden sumir al dueño en un estado de shock, de la misma manera que un fallecimiento esperado en casa sería, en principio, algo más fácil de llevar por la familia.
Cómo afrontar el duelo
Normalizar el dolor y permitirse estar triste es uno de los puntos clave a la hora de superarlo. El hecho de que la gente de alrededor no lo entienda no debe condicionar a nadie a la hora de sentir pena por la despedida, tal y como afirma Moira Anderson Allen, educadora especializada en este tipo de duelos. Además, tal y como apunta ella misma, el vacío que deja una mascota repercute también en el día a día de sus dueños, por lo que, como parte del proceso de superación del duelo, deberán aprender a emplear el tiempo que pasaban con el animal en otras rutinas nuevas.