Ni todos los alimentos aguantan el mismo tiempo en el congelador, ni por hacerlo echamos a perder todos sus nutrientes. Es más, cuando los congelamos, el agua que los compone se congela, impidiendo o reduciendo la posibilidad de crecimiento bacteriano y el inicio de reacciones metabólicas que originen la alteración del alimento. Por ello, la congelación es un método de conservación factible para cualquier tipo de alimento sin alterar su valor nutritivo. Y es que, si la temperatura se conserva por debajo de los -18° C, no tiene por qué haber pérdidas nutricionales, solamente puede verse influido el aspecto, textura o digestibilidad.
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La congelación es apta para todo tipo de alimentos, pero ¿cuánto tiempo pueden permanecer en el congelador? A esta pregunta nos responde la nutricionista y colaboradora de ¡Hola!, Marta Lorenzo. “En este caso depende del alimento, ya que hay algunos que pueden estar congelados hasta un año y otros, sin embargo, a los 3 meses como mucho debemos consumirlos; ya que si no sufrirán pérdidas organolépticas importantes”, señala.
El tiempo máximo que puedes congelar los alimentos
Algunos ejemplos serían:
- 3 meses: cebolla, champiñón, trufas, almejas, berberechos, langosta, pescado azul y blanco o carne picada y derivados cárnicos.
- 6 meses: alcachofas, coliflor, berro, apio, escarola, lechuga, remolacha, repollo, puerro, ternera, cordero, cerdo, plátano, pasta y mantequilla sin sal.
- 12 meses: berenjena, coles de Bruselas, acelga, espinacas, piña, uva, judías verdes, guisantes, habas, albaricoque, mora, pollo, pavo y pato
No obstante, debemos tener en cuenta que algunos alimentos que compramos directamente congelados sufren un proceso anterior a la congelación, que sí puede provocar consecuencias como la pérdida de nutrientes u otros compuestos que pueden ser beneficiosos para la salud.
“En la carne y el pescado, no hay ningún tipo de pérdida nutricional como podrían ser las vitaminas o las proteínas. Sin embargo, en el caso de la verdura y la fruta, son sometidas al llamado ‘blanqueado’ que consiste en exponerlas a alta temperaturas mediante agua hirviendo o vapor antes de ser congeladas. Este proceso provoca pérdidas de vitaminas como el ácido fólico, la vitamina C o la tiamina; aunque, en general, son vitaminas que se pierden con facilidad”, añade la nutricionista.
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Pero, para mantener la calidad del alimento no solo es fundamental realizar una adecuada congelación. Una de las partes más importantes, si no la que más, es descongelar de forma correcta la comida. Principalmente en alimentos que compramos frescos y decidimos congelarlos nosotros mismos para conservarlos durante más tiempo.
¿Cómo debemos realizar una correcta descongelación?
Si tú también tienes el hábito de sacar el alimento congelado y colocarlo directamente en la encimera de la cocina; debes saber que es un error. Es muy importante que la descongelación se haga lentamente para que de esta forma los cristales de hielo que se forman durante la congelación, se vayan deshaciendo poco a poco y así no dañar los tejidos y la textura del alimento, e incluso no influir en la digestibilidad. Además, puede provocar mayor pérdida de nutrientes, en concreto las vitaminas hidrosolubles que se perderían al deshacerse el agua. Debemos siempre primero pasar el alimento del congelador al frigorífico y después a la encimera de la cocina.
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