La vitamina D es uno de los micronutrientes básicos para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. A su vez, el calcio es un mineral esencial para que nuestros huesos sean sólidos y consistentes. Ambos elementos son muy importantes para la salud y, además, hay una estrecha relación entre sí ya que la vitamina D es imprescindible para que nuestra estructura ósea sea capaz de asimilar el calcio.
Lee: 5 señales de que podría faltarte vitamina D
La D es la única vitamina que el cuerpo produce por sí mismo, siendo complicado encontrarla en alimentos naturales. Las setas, la caballa, la yema de huevo o el atún son algunos de los productos naturales que contienen esta vitamina, pero la principal fuente de la que el cuerpo la obtiene es de sí mismo. Para que nuestro organismo produzca este elemento tan esencial es necesaria la exposición al sol. Por su parte, el calcio proviene principalmente de los alimentos que ingerimos.
La función de la vitamina D en la absorción del calcio
La vitamina D ayuda a que el calcio sea absorbido por los riñones y el intestino y es precisamente a través de este último órgano, desde donde pasa directamente a la sangre para, finalmente, llegar a los huesos. Este proceso sería absolutamente imposible sin la vitamina por lo que, dada la importancia del calcio en nuestro organismo, ambos elementos se vuelven tan necesarios como inseparables para gozar de una buena salud.
Por ejemplo, un exceso de calcio puede traducirse en calcificaciones en las arterias, lo que podría provocar problemas cardiovasculares muy graves, y, de producirse, esta sobrecarga no estaría causada por una ingesta excesiva de este mineral sino por déficit de la ya nombrada ‘vitamina del sol’. El exceso de la vitamina D tampoco es beneficioso y unos niveles altos de ella pueden alterar la salud causando, entre otras dolencias, vómitos, diarreas y fuertes dolores de cabeza.
La salud de los huesos
Los huesos son ‘tejidos vivos’ que están constantemente gastándose y reemplazándose. A lo largo de la vida de un ser humano, el cuerpo compensa el desgaste del sistema oseo creando tejido nuevo. La infancia y el embarazo son dos épocas clave en la salud de los niños y las mujeres respectivamente, ya que en ambas etapas el micronutriente tiene un papel fundamental en el desarrollo oseo del ser humano.
El papel del sol
Además de lo anterior hay que tener en cuenta que tener los niveles correctos de calcio y vitamina D pierde todo su valor si no se recibe la cantidad de sol que el organismo necesita para poder sintetizar la vitamina y que esta se emplee en los fines necesarios.
Tal y como resalta la Fundación Española de la Nutrición, la cantidad de calcio y vitamina D que cada uno necesita depende de su edad, salud, dieta y condición física y siempre debe ser un médico quien considere si alguien debe añadir, o no, un suplemento alimenticio para compensar alguno de los niveles de estos dos elementos.