Consejos para que tu ropa dure más
El cuidado de la ropa repercute en su durabilidad e influye de manera muy directa en el medioambiente. Ambas son razones suficientes para que nos tomemos muy en serio cómo y cuándo hay que poner un lavadora.
Cuidar de nuestra ropa para que dure más es una forma excelente de colaborar con el cuidado del medio ambiente. Para conseguirlo es necesario que lavemos y tratemos adecuadamente nuestras prendas, y que hagamos un buen uso de la tecnología.
No laves la ropa después de un uso
Este es el primer crimen que cometemos contra nuestra ropa: lavarla demasiado. Si has utilizado una prenda una sola vez, a menos que esté manchada, no debe ir al cesto de la ropa sucia ni al armario. Deja que se airee en un sitio ventilado y entonces podrás guardarla hasta que puedas usarla de nuevo. De esta forma la ropa se estropea menos y, de paso, reducimos el gasto energético que supone poner a funcionar la lavadora.
Utiliza bien la lavadora
Se trata de complir los preceptos de toda la vida para conservar el buen estado de tu ropa, como, por ejemplo, separar la ropa por colores o darle la vuelta a los vaqueros y a las camisetas estampadas. Prueba a bajar la temperatura de lavado: seguramente no es necesario programarla muy alta para que tu ropa quede bien limpia. Si crees que alguna prenda es más delicada que el resto, lávala dentro de una bolsa especial para lavado. Así evitarás que se estropee al rozar con otras prendas, botones, cremalleras.
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Tendedero vs Secadora
Gana el tendedero,sin lugar a dudas. El calor de la secadora resulta muy dañino para la ropa y supone un gasto extra de energía. Cuando tiendas, es recomendable que busques donde están los pliegues de la ropa porque es el mejor sitio para colocar las pinzas. Por otro lado, y aunque nos cueste que así sea, hemos de evitar tender en las horas de más calor. Si bien es cierto que la luz directa seca antes la ropa, también lo es que la acartona y le estropea los colores.
Algunas prendas, siempre a mano
La ropa delicada y los jerseys de punto han de lavarse siempre a mano con un jabón específico. Lee las etiquetas de la ropa y no te saltes sus indicaciones: ahí encontrarás la información necesaria para saber si una prenda ha de lavarse a mano o puede ir a la lavadora con un programa suave.
Para no desperdiciar agua, intenta acumular varias prendas que puedas lavar a mano, e introdúcelas en el agua, siempre, de la más clara a la más oscura. Así evitarás que las prendas se manchen.
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Elige bien los productos
A veces nos aferramos a los productos “de toda la vida” porque pensamos que son los que nos garantizan una correcta limpieza. Pero lo cierto es que la mayoría están repletos de químicos que pueden dañar nuestra salud y también el medio ambiente. Como conocer cosas nuevas nunca está de más, dale una oportunidad a alguna marca ecológica que pueda cuidar de tu ropa, de ti y del planeta.
¡No tires nada!
Y no nos referimos a que acumules la ropa en tu armario, la uses o no, con tal de no deshacerte de ella. Lo importante es que, cuando de manera periódica retires prendas en desuso, no las tires a la basura y te asegures de que va a tener una segunda vida: dásela a alguien que la pueda necesitar, llévala a tiendas que tengan contenedores de reciclaje de ropa, organiza mercadillos con tus amigas.
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