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Las picaduras de insectos son muy frecuentes en los meses de verano y es muy difícil librarse, como mínimo, de alguna producida por los molestos mosquitos. Por lo general, las picaduras nos provocan una inflamación, acompañada de un molesto picor, que corre el riesgo de infectarse. Por no hablar de las incontenibles ganas de rascarnos a todas horas, algo que debemos evitar de todas las maneras posibles para no infectar la picadura ni aumentar la irritación.
En general, podemos tratar las pequeñas picaduras con algunos remedios caseros que aquí os sugerimos. Pero si una picadura te produce algún tipo de malestar, más allá de una ligera inflamación y picor, no dudes en acudir de inmediato al médico para que ataje una posible reacción alérgica o una infección que podría ocasionarte serios problemas de salud.
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Aloe vera
Si tienes la suerte de contar con una planta de aloe vera en casa, encontrarás en ella una eficaz ayuda para reducir la hinchazón de la picadura, aliviar el picor y curar las posibles heridas ocasionadas por el insecto o por ti misma al rascarte. aLo único que tienes que hacer es obtener la savia de un tallo o una penca, abriéndolos de manera horizontal. Aplica el jugo en la picadura, después de lavarla con agua y jabón, y cubre con una gasa.
La miel
Te vendrá de maravilla para tratar picaduras de mosquitos, hormigas, abejas, pulgas… Y es que la miel, entre sus muchas propiedades, cuenta con poseer un gran poder antiséptico y antibiótico.Para calmar tus picaduras, cubre todas las ronchas que tengas con una pequeña cantidad de miel y deja que se seque. Después retira la miel con agua tibia. Si la picadura es de abeja, paradójicamente, la miel también servirá para liberar la piel del aguijón. Para que este remedio sea efectivo, procura utilizar una miel densa antes que una líquida.
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Bicarbonato de sodio
Es uno de los remedios caseros más utilizados para curar y aliviar las picaduras de insectos. Dado que el bicarbonato sódico tiene, además de esta, otras muchas ventajas en el hogar, procura que no falte nunca en tu botiquín. Si quieres que reduzca la inflamación y alivie el molesto picor, mezcla una cucharadita con un poco de agua y aplica en la picadura. Espera 15 minutos y enjuaga con abundante agua.
Limón
Puedes exprimir el zumo de medio limón o de un lima entera y empapar con él un algodón. Aplícalo luego sobre la picadura y, aunque puede que te escueza (especialmente si te has rascado), te será muy útil. También puedes frotar el limón directamente sobre la picadura después de cortarlo por la mitad. Con este remedio reducirás el escozor y desinfectarás las posibles heridas, lo que acelerará la curación de la picadura.
Barro
Es un clásico para tratar las picaduras de abeja. Lo mejor de todo es que es fácil de obtener en aquellos sitios en los que es más fácil que una abeja nos pique, como el campo o un jardín. Solo tienes que coger una gran cantidad de barro y aplicarla sobre la picadura. Si ha dejado dentro de la piel el aguijón, razón de más para aplicar barro de manera inmediata para facilitar su expulsión. Cuando se seque el barro retíralo con agua y lava bien la picadura con jabón para evitar que se infecte.
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