Durante los últimos años hemos sido testigos del auge de diferentes métodos que, más allá de la puesta a punto física, pretenden aportar efectos positivos a nivel psicológico. El pilates o el yoga, en sus múltiples versiones, han demostrado cómo cuerpo, mente y emoción pueden ir de la mano en un trabajo que se revela más completo que cualquier ejercicio de fitness; un valor que se ha traducido en una verdadera fiebre por estas disciplinas.
En esta línea, existe una novedosa técnica que llega pisando fuerte y que, a buen seguro, dará mucho que hablar próximamente. Su nombre es feldenkrais y su base es el reaprendizaje del movimiento.
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¿Reaprender a moverse? Es posible
Se trata de un método de aprendizaje somático (enfocado en el cuerpo) que favorece el descubrimiento de una 'nueva forma de moverse'. Permite desarrollar la conciencia individual sobre el cuerpo mediante el movimiento y la atención consciente.
"Su fundador, Moshe Feldenkrais, lo creó a partir de sus conocimientos en autodefensa, artes marciales como el judo, anatomía, cinemática y fisiología. Su formación como ingeniero y una lesión de rodilla le impulsaron a investigar otras formas de moverse y de conocerse, que consiguieron librarle de una complicada operación", nos comenta Carmen Alonso Burguete, directora del equipo de Innova Movimiento (www.innovamovimiento.com), centro especializado en feldenkrais, pilates, fisioterapia y osteopatía en Madrid, a propósito de su origen. "Hasta su muerte Moshe Feldenkrais se dedicó a difundir su método en Tel Aviv (donde tenía su Instituto), en EEUU y Europa".
En grupo o en sesión individual
Feldenkrais puede practicarse en clases grupales ATM (autoconciencia a través del movimiento) o en clases privadas IF (integración funcional) y está abierto a "cualquier persona que desee conocerse y mejorar su propia organización. Basta querer aprender y pasar un buen rato con uno mismo", nos cuenta Carmen, quien nos detalla en qué consisten exactamente.
En las clases de grupo, el profesor propone una serie de movimientos, poniendo atención en las sensaciones, de forma que el alumno es libre de explorar su propio modo de moverse, descubriendo sus hábitos y encontrando otras opciones de movimiento más eficaces.
Por su parte, las sesiones privadas se realizan sobre una camilla y en ellas el profesor atiende a las necesidades concretas que propone el alumno a través de una 'conversación' sin palabras, una especie de baile en la que el guía propone movimientos a través de sus manos. Resultado: "el cuerpo y las articulaciones recuperan su libertad de movimiento 'desprogramando' hábitos lesivos (es decir, que pueden causar lesión)".
Beneficios del feldenkrais
Con este método aprendemos a movernos con mayor eficacia, suavidad y ligereza. Mejora nuestra conciencia corporal y se abandonan viejos hábitos que, en muchas ocasiones, nos provocan dolores y tensiones. "Al aprender a movernos mejor y más libremente se liberan tensiones y pueden desaparecer dolores provocados por hábitos posturales", nos cuentan desde Innova Movimiento.
La postura mejora en general y se descubre el potencial en uno mismo: "El alumno no imita una forma de moverse, sino que descubre su propio modo de actuar, lo que le aporta mayor libertad y una sensación de competencia, de seguridad en sí mismo".