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Que nadie se alarme. El concurso que elige al perro más feo del mundo está totalmente alejado de la ofensa y uno de sus pilares consiste en asumir y presumir de las imperfecciones de las mascotas sin avergonzarse de ellas. Lleva 18 años celebrándose en Petaluma (Estados Unidos) y cada vez es mayor la repercusión que tiene a nivel mundial. La mayoría de los perros que participan son animales que han sido acogidos por familias que han acudido a refugios en busca de un nuevo miembro, por lo que la iniciativa promueve también la adopción de mascotas dejando de lado la apariencia física de estas. Además, el dueño o la dueña ganador o ganadora, recibe un trofeo, un premio en metálico de cerca de 1300 euros y un viaje a Nueva York con todos los gastos pagados para posar ante los medios de comunicación y conceder entrevistas. Este año el primer puesto ha ido a parar para Zsa Zsa, una hembra de bulldog inglés de 9 años de edad, cuyas arqueadas patas delanteras y su lengua de tamaño desproporcionado bien merecen el escalón más alto del podio.
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Con una complexión muy corpulenta, el pelaje atigrado (que empieza a clarear por las canas), los ojos empañados por una enfermedad visual y una lengua que parece que vaya a rozar el suelo en cualquier momento, Zsa Zsa luchó por el premio con otros trece perros, entre los que predominaban, sobre todo, las razas pequeñas, como chihuahuas o crestados chinos.
Zsa Zsa, un nombre con mucho glamur
La dinámica del concurso consiste en un desfile ante tres jueces que, esta vez, hicieron de la perrita la auténtica estrella del día con sus votos. Megan Brainard, la dueña, confesó que se inspiró en la actriz húngara Zsa Zsa Gabor para bautizar a su perra tras adoptarla, ya que consideraba que, tras la vida complicada que había tenido hasta llegar a su hogar actual, merecía un nombre cargado de glamur. La perrita nació en un criadero de cachorros de su misma raza en Missouri y permaneció allí hasta cumplidos los cinco años, cuando una organización de rescate la compró en una subasta para rescatarla. Fue a través de esta protectora como Megan dio con la que ahora es su mejor amiga perruna, a la que lleva cinco años regalándole la segunda oportunidad que tanto se merecía.
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A pesar de la apariencia fuerte, e incluso ruda, de esta raza de perros, el bulldog inglés tienen una salud delicada. A nivel óseo los problemas de cadera y la cojera de las patas traseras son los inconvenientes más habituales, aunque las principales y más peligrosas dolencias que sufren estos animales son las que tienen que ver con su sistema respiratorio. Al margen de los inconvenientes físicos que estas disfunciones causan a los perros que las padecen (como ronquidos constantes al respirar), el tener la cara plana y la nariz prácticamente chata hace que las obstrucciones de las vías nasales sean muy frecuentes.
Al margen de su salud, esta raza de perro es una de las más nobles, siendo catalogado por los expertos como uno de los perros con 'mejor humor'. El bulldog ingés es un animal muy tranquilo lo que, unido a su carácter simpático, le convierte en una gran opción como mascota de compañía, incluso para una familia con niños. Su tamaño reducido hace además que sea un perro que no necesita mucho espacio dentro de casa, de manera que sea como sea tu hogar, tu bulldog se adaptará y encontrará su sitio en él.
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