5 pequeños cambios que harán de tu casa un lugar 'eco-friendly'

Más allá del reciclaje o de cuidar el consumo de luz y agua por cuestiones de ahorro, existen una serie de pautas que harán de tu casa un lugar más ecológico con muy poco esfuerzo

por Gtresonline

La moda de lo ecológico ha llegado para quedarse, pero de nosotros depende la velocidad a la que convirtamos nuestros espacios personales en zonas libres de contaminación. Si bien es verdad que la sociedad está cada vez más concienciada de lo necesario que es erradicar el consumo masivo de plástico o reciclar, por poner dos ejemplos, hay otras muchas cosas que están en nuestra mano y que no hacemos por desconocimiento o, incluso, dejadez. Por todo ello hemos recopilado 5 trucos que convertirán tu casa en un espacio mucho menos contaminante de lo que había sido hasta ahora. 

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1.    Elige cristal

Además de conservar muchísimo mejor los sabores y las propiedades de los alimentos, el cristal y el vidrio no desprenden ningún tipo de partícula contaminante y tienen una vida mucho más duradera que la del plástico. El papel film o el de aluminio son fácilmente sustituibles por ‘tuppers’ hechos de cristal que, además, son muchísimo más fáciles de limpiar. 

2.    Apuesta por las compras a granel y el gran formato

A la hora de hacer la compra son varias las cosas que podemos hacer para colaborar con el medio ambiente. Si bien es verdad que la guerra contra las bolsas plástico empieza a calar hondo en la conciencia social, muchas veces no se tiene en cuenta la cantidad de plástico con la que envasan los alimentos que queremos consumir. Así, comprando alimentos a granel en bolsas de papel o apostando por elegir detergentes o bebidas de gran formato conseguiremos no solo espaciar las visitas al supermercado sino reducir en una medida considerable los 150 kilos que se calcula que genera de media cada europeo al año.

3.    Todo a lo natural 

Además de ser una de las tendencias de la temporada y de dar a las estancias una calidez especial, los tejidos 100% naturales como el lino, el algodón, la lana o el yute pueden ser los mejores aliados para un hogar ecológico. Manteles, sábanas, paños, alfombras o toallas… a la hora de elegirlos puedes buscar que los textiles de tu casa estén libres de tintes o productos químicos, siendo cada vez más sencillo encontrar este tipo de objetos etiquetados como ‘eco’.

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4.    Compra pilas reutilizables, escoge bien las bombillas y desenchufa el cargador

Y todos aquellos aparatos o electrodomésticos que no necesiten electricidad cuando no estén en uso. La televisión, las lámparas o el ordenador consumen energía por el mero hecho de estar enchufados, sin que haga falta pulsar el interruptor para que supongan un gasto. Lo mejor para esto es usar regletas de las que tienen un botón luminoso que nos permita no solo dejar totalmente apagado lo que no estemos utilizando, sino que también sea fácil de ver para no olvidarnos de hacerlo. Acostumbrados a cargar móviles, portátiles, ebooks y tablets, las pilas deberían incorporarse a esta fácil rutina. Se estima que una sola de estas pequeñas baterías de mercurio puede contaminar 600.000 litros de agua, por lo que usarlas recargables es un gran paso que deberíamos incorporar a nuestra vida diaria. Por otro lado, las bombillas led son la manera más sencilla de ahorrar electricidad. Una de este tipo de 14W equivale a una de bajo consumo de 20W. Aunque su precio es más elevado -rozando los 7 euros- la duración aproximada de una bombilla de este tipo es de 70.000 horas.

5.    Limpieza ‘bio’

Aunque en los productos de la casa es más complicado de conseguir, cada vez existen más limpiadores y cosméticos naturales y libres de químicos como parafinas y derivados del petróleo. Elegir jabones o cremas hechas exclusivamente con ingredientes procedentes de la naturaleza y eliminar de nuestra cesta de la compra artículos como exfoliantes o pastas de dientes con microperlas de plástico es un pequeño gesto con el que ayudarás notablemente al planeta. 

Lo que en el ‘mundo eco’ comenzó como la tabla de las tres erres, incluyendo solo reducir (hasta usar solo lo necesario), reciclar y reutilizar, se ha ampliado hasta incluir reflexionar (antes de consumir), rechazar (todo lo que no sea ecológico), redistribuir (el impacto ambiental) y reprochar (a quienes no cumplan con las normas ecológicas).

Así, siguiendo estos fáciles pasos puedes convertir tu casa en un espacio mucho más sostenible de lo que es en la actualidad, consiguiendo además ahorrar algún dinero procedente del consumo responsable de electricidad. Aprovechar restos de comida para hacer platos distintos, dar una nueva vida a packagings de madera o corcho o comprobar con asiduidad que ninguno de los grifos de tu hogar pierde agua son otros de los tips con los que tu aportación al cuidado del medio ambiente será digna de matrícula de honor.