La resistencia del agua es 12 veces mayor que la del aire por lo que, aunque parezca que nos cansamos menos, cualquier ejercicio que se practique de manera acuática nos hará ejercitar los músculos con una mayor intensidad. Además una piscina es un medio seguro en el que practicar deporte ya que, dada la amortiguación que proporciona el agua, lesionarse es mucho más complicado que fuera de ella. Igualmente, nuestro ritmo cardiaco es más lento en cuando nos bañamos lo que favorece la circulación. Si a esto sumamos que el hecho de flotar reduce el esfuerzo que el corazón ha de hacer para bombear la sangre mientras se hace ejercicio, los beneficios cardiovasculares se confirman como una gran ventaja en este tipo de deporte.
Con el verano ya instalado, te proponemos una serie de actividades con las que puedes ponerte en forma y tonificar tu cuerpo mientras disfrutas 'como pez en el agua'.
Correr bajo el agua
Es un ejercicio que suele practicarse como parte de terapias de rehabilitación para lesiones musculares pero lo cierto es que es una fuente de beneficios para el cuerpo, ya que correr en el agua aporta resistencia y fortalece los músculos con los que se realiza dicha acción. Además, una gran ventaja de este tipo de actividad es que aporta los mismos beneficios que cuando se hace fuera el agua, pero evita el principal inconveniente: el impacto que sufren las rodillas.
Consejo: Lo mejor es practicarlo en una zona en la que el agua cubra por lo menos hasta la cintura.
Saltos 'jack'
De pie, con el agua por debajo del pecho, debes saltar abriendo y cerrando las piernas y haciendo lo propio con los brazos, poniéndolos en cruz. Con este tipo de saltos ejercitarás tanto los músculos abdominales como los brazos y las piernas, por lo que es ideal para tonificar todo tu cuerpo.
'Burpees' acuáticos
Son uno de los ejercicios 'más temidos' de cualquier tabla de deporte, pero el agua se puede convertir en un gran aliado a la hora de enfrentarte a ellos. Con esta actividad ejercitarás los brazos, los abdominales y las piernas, por lo que se considera una de las más completas.
Para realizarlo correctamente debes situarte en una zona en la que hagas pie mirando la pared de la piscina. Apoya las manos en el bordillo y trata de impulsarte para saltar fuera flexionando las piernas. Debes intentar que las caderas queden por encima del bordillo antes de volver a sumergirte.
Bicicleta
Tranquila, para hacer este ejercicio no tienes que sumergir tu mountain bike en la piscina, sino que con un simple flotador de los conocidos como 'churros' podrás pedalear. Rodeando la cintura con él evitarás hundirte y así hacer los mismos movimientos que pedaleando fuera del agua, ejercitando no solo los abdominales y las piernas sino también tu equilibrio.