El pilates, la disciplina creada a principios del siglo XX por Joseph Hubertus Pilates para superar sus propios problemas físicos, se ha convertido en una de las técnicas de entrenamiento más extendidas del momento. Este método, que conecta la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación, puede realizarse con máquinas (Cadillac, Reformer, Barril...) o en el suelo. Además de tonificar y moldear los músculos, fortalecer el abdomen, combatir los dolores lumbares y mejorar la flexibilidad y la coordinación, entre otras ventajas físicas que se le atribuyen, el método Pilates también esconde una larga lista de beneficios psicológicos.
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Mejora la concentración
En un principio, esta disciplina fue llamada crontología por la necesidad de hacer uso de la mente para controlar el cuerpo, ya que se busca a la vez, la armonía y el equilibrio entre ambos. Es por eso que una de las grandes recompensas psicológicas y unos de los principios fundamentales del pilates es precisamente la concentración, el puente entre la consciencia y el movimiento. Para poder controlar la respiración y cada uno de los movimientos de nuestro cuerpo es necesario trabajar nuestra capacidad de concentración, que se verá notablemente aumentada con el paso de las sesiones.
Reduce el estrés
Esta disciplina es una magnífica herramienta para controlar la ansiedad y modular las respuestas del cuerpo al estrés físico, mental y emocional. Gracias a la unión entre cuerpo y mente, los problemas desaparecen, aunque sea durante los minutos que dure la sesión, provocando una enorme sensación de bienestar y calma.
Al concentrarnos en los movimientos y controlar la respiración, ayudamos a reducir la tensión y eliminar el estrés, uno de los efectos más positivos y que mayor poder preventivo tiene para el desarrollo de enfermedades.
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Ayuda a dormir
Al alcanzar un estado muy elevado de relajación y ayudar a eliminar los pensamientos negativos de la mente, practicar pilates favorece nuestro sueño y un buen descanso. Además, mediante la inspiración profunda y la exhalación, se eliminan toxinas que permiten una mejor oxigenación de la piel, los músculos y los órganos internos, lo que te llevará a un estado de mayor relax cuando llegue el momento de descansar.
Conciencia corporal
El pilates es una actividad en la que se trabaja cuerpo y mente para lograr alcanzar la armonía entre ambos. Con el paso del tiempo, adquirimos cierto grado de conocimiento sobre nosotras mismas y nuestras sensaciones. La conciencia corporal nos permite descubrir todas esas zonas 'perdidas', sus mecanismos y sus posibilidades gracias al alto nivel de control y la concentración que exige esta práctica.
No es una tarea sencilla, pero lo importante es no tirar la toalla y continuar intentándolo, dando lo mejor uno mismo en cada una de las sesiones. Será con el paso del tiempo cuando irás notando como mejora tu flexibilidad, tu fuerza o tu resistencia.
Mejora la autoestima
Por otro lado, al comenzar a ver los cambios que se producen en nuestro cuerpo, más tonificado y ligero, nuestra propia confianza se verá fortalecida y será más sencillo empezar a prescindir de hábitos poco saludables, como fumar o comer en exceso. Todos estos pequeños cambios pueden conducirnos a una rutina más saludable con el Pilates como gran impulso.