Remedios caseros para aliviar el dolor de pies

¿Padeces dolor de pies? Aprende a combatirlo con estos sencillos trucos

por Gtresonline

De manera más o menos frecuente, todos sufrimos dolor de pies en algún momento. Bien sea por haber elegido un zapato poco apropiado, por hinchazón o por algún que otro problema, como la fascitis plantar, este tipo de dolencias pueden convertirse en una auténtica pesadilla para quien lo sufre. Pero ¿cómo solucionarlo?

Dependiendo del tipo de problema, deberemos tener en cuenta una serie de factores. Eso sí, sobra decir que, en los casos más graves, y en aquellos en los que el dolor sea interno y no remita, es fundamental ponerse en manos de un especialista.

Fascitis plantar

Es uno de los problemas más comunes y quizás más desconocidos. Esta dolencia, que afecta sobre todo a la parte del talón, pero también a otras zonas como el metatarso, puede llegar a ser realmente molesta. Se trata de la inflamación de la llamada fascia plantar, un tejido que va desde el talón hasta la zona de debajo de los dedos. Aunque es frecuente que lo sufran sobre todo personas que practican mucho deporte, baile u otros ejercicios, también puede aparecer con la edad o por el uso de un calzado inadecuado.

Para solucionar este tipo de molestias, a veces, aplicando un poco de hielo en la zona afectada, el dolor puede remitir. Otra solución muy efectiva es masajear la planta del pie para mejorar la circulación y descontracturar los músculos; bien aplicando presión con un rodillo, pelotas de tenis o directamente con las manos.

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Pies y tobillos hinchados

Las altas temperaturas pueden hacer que tus extremidades se hinchen y sufras dolor. Sin embargo, estos problemas de circulación no solo son frecuentes en verano; también es habitual tras haber realizado una larga caminata o haber pasado muchas de pie. En los casos más severos podría referirse a problemas vasculares, renales, infecciosos o de corazón; por eso, si permanece en el tiempo, lo mejor es ponerse en contacto con un médico. No obstante, en la mayoría de los casos, el frío vuelve a convertirse en el mejor aliado.

Si eres aficionada al deporte, prueba, si puedes, a practicar algo de natación; el ejercicio y el agua de la piscina favorecerá la circulación de la sangre y reducirá tu problema de hinchazón. Las duchas de agua fría antes de dormir y al levantarnos también son efectivas. Igualmente, por su carácter diurético y depurativo, las infusiones de diente de león, así como friegas y masajes con gel de aloe vera.

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Heridas, ampollas, quemaduras y rozaduras

Casi todas estas dolencias aparecen tras la utilización de un calzado poco apropiado. Bien por su forma, por el material con el que ha sido confeccionado (demasiado rígido), porque la talla utilizada no es la que nos corresponde o por la fricción tras haber realizado mucho deporte, las heridas en los pies pueden llegar a arruinar tu día.

Si has intentado ablandar el zapato, les has echado polvos de talco, has recurrido a pinkies, tiritas y un sinfín de fórmulas para evitarlo y aún así no has conseguido librarte de las ampollas y rozaduras, pon en práctica estos trucos antes de que derive en una herida más grave y corras el riesgo de que se infecte. Para curarlas lo antes posible, desinfecta la zona a tratar con agua oxigenada y después aplica un poco de bicarbonato de sodio. El aloe vera en estos casos también puede resultar muy efectivo para conseguir una rápida cicatrización.

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Callos

Si no tienes, puedes prevenirlos hidratando muy bien tus pies con crema o dándote de vez en cuando masajes con algún tipo de aceite (esencial, o directamente de oliva). Si por el contrario, en tus pies existen uno o más callos, evitar el dolor y su mal aspecto es posible. La piedra pómez (o una lima en su defecto) será tu mejor aliada para eliminar la piel reseca y las asperezas; después de utilizarla, no olvides secar bien la zona para evitar la aparición de hongos e hidratarla con crema.

Las friegas con cebolla pueden ayudar a calmar tus pies; para ello corta una por la mitad, aplícala en la zona afectada y asegúrate de que su jugo penetra bien en la piel. Los higos, la manzanilla y el ajo, machacado y mezclado con aceite de oliva, también son bastante efectivos en estos casos.

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