Todo lo que necesitas para sentirte bien está mucho más cerca de lo que imaginas. Quedarse en casa está de moda. 'Aburrirse' sin hacer nada entre cuatro paredes ya no es sinónimo de pereza; ahora es tendencia y tiene nombre propio, nesting. Del término inglés nest (nido), se ha convertido en la nueva terapia para alcanzar el autoconocimiento y crecimiento personal a través de pasatiempos tan caseros y cotidianos como leer un buen libro, ver una película tumbado en el sofá, darse un baño de espuma, dormir hasta bien entrada la mañana, dedicarse a la jardinería o pintar un mándala. Actividades y experiencias al alcance de todos los públicos con las que descubrir todo un ‘universo íntimo’ sin necesidad de salir a buscar aventuras en el exterior.
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Tiempo de calidad para conectar con uno mismo
Inmersos en un entorno multitarea, cada vez más ocupado y estresante, saber parar y refugiarse en el propio hogar es lo que nos ayudará, según los expertos, a reconectar con nuestro mundo interior y sentirnos mejor con nosotros mismos. Es la opinión de Giulia de Benito, psicóloga y directora de la Unidad de Psicología General de Instituto Centta, para quien el nesting está especialmente indicado para todas aquellas personas que, por sus circunstancias, "nunca se aburren y tienen dependencia a crear un entorno superfrenético en el que no hay tiempo para observar cómo están". En estos casos, pasar tiempo en casa les puede ayudar a crear "un espacio de bienvenida personal en el que reconocer sus estados emocionales, disfrutar de su propia compañía y, si fuera necesario, recuperar el contacto con las personas con la que convivimos y pasar un tiempo de calidad con ellos".
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Se trata de favorecer un estado de bienestar mental que también puede generar beneficios en el plano físico, como reducir los niveles de cortisol, hormona que se libera como respuesta al estrés. Algo que “contribuirá a nivelar la energía que invertimos en las actividades del día a día y poder compensarla con la comodidad y tranquilidad del hogar”, según la especialista. Incluso, se pueden combatir, siempre que haya un seguimiento profesional, síntomas de depresión, además de entrenar habilidades de empatía y afectividad.
¿En qué casos no es recomendable?
Sin embargo, en el polo opuesto, se pueden encontrar personas que lleguen a regodearse demasiado en este espacio personal, debido a cuadros clínicos de ansiedad, depresión, o el duelo por la pérdida de un ser querido. Casos en los que el nesting no es recomendable dado que responden a una sintomatología que favorece el aislamiento y que no tienen que ver con la decisión activa de disfrutar de quedarse en casa, sino que son indicios de un problema mucho más grave y profundo.
Asimismo, De Benito apunta que tampoco es adecuado practicarlo en situaciones puntuales de individuos que, por falta de actividad en otras áreas de su vida (como la laboral), se ven obligados a "aburrirse en casa", ya que su ‘reclusión’ se trataría de una imposición y no de un escenario de disfrute.
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La decoración, factor clave para construir un refugio acogedor
Por supuesto, el nesting será una terapia aún más favorable siempre que hablemos de espacios seguros y acogedores. Si la casa se convierte en un punto de referencia de algo placentero y cómodo, de cada uno dependerá la voluntad de construir un refugio en el que sentirse a gusto. De este modo, la decoración y la iluminación juegan un papel esencial ya que contribuirá a crear un lugar agradable en el que apetezca pasar tiempo.