El veganismo está en uno de sus mejores momentos en lo que a popularidad se refiere. Esta tendencia, que inicialmente se basaba en mantener una dieta libre de productos de procedencia animal, ha ido creciendo hasta el punto de llegar a lugares que, en un principio, poco tendrían que ver con ello. Así, desde hace unos años el mundo de la moda y la cosmética se han apuntado a esta línea de respeto al medio ambiente, siendo la protección y el respeto a la fauna el pilar básico en el que se apoyan algunas líneas y marcas.
Actualmente, la industria de los cosméticos se puede dividir entre la convencional y la natural, siendo el cómo se obtienen las materias primas la principal diferencia entre ambas. En el caso de la segunda, términos como sostenibilidad, respeto al medio ambiente, reciclaje o comercio justo son algunos de los puntos en los que esta industria se apoya. Dentro de este tipo de cosmética existen tres subgrupos que conviene saber diferenciar.
Cosmética cruelty free
Literalmente significa libre de crueldad e indica que ni el producto final ni los ingredientes que lo componen han sido testados en animales.
Cosmética vegetariana
Esta etiqueta indica que un producto no contiene ingredientes animales, pero puede estar elaborado con componentes procedentes de estos, como pueden ser la leche o la miel.
Cosmética vegana
En esta corriente los productos no solo no contienen ingredientes animales, sino que sus componentes tampoco proceden de ellos.
El veganismo está en alza y los datos lo avalan. Tal y como publica la consultoría Lantern en uno de sus estudios, en 2020 el mercado global de productos veganos generará un consumo que rozará los 5 mil millones de dólares. Esto ha hecho que, además de surgir nuevas marcas cosméticas comprometidas con el mundo veggie, muchas de las firmas tradicionales abracen esta alternativa, creando productos veganos con los que no quedarse fuera de la tendencia. Así, uno de los últimos lanzamientos de Asos, la línea de maquillaje que ha creado en colaboración con Crayola, presume de ser completamente vegana y en el caso de Lush, una firma conocida por sus jabones, cremas y mascarillas naturales, cada vez son más los productos que tienen la etiqueta que garantiza la ausencia de ingredientes animales en su composición. Otras firmas, como por ejemplo, Lanuba, nacieron ya ecológicas y en su constante afán por ofreecer un producto respetuoso con el medio ambiente y con la piel no dejan de investigar para crear líneas como 'bioAdvanced', su último lanzamiento, donde destaca como ingrediente las células madre de naranja. Un compuesto que por sus principios activos regenera y nutre las capas más profundas de la dermis.
En los últimos años la concienciación del cuidado no solo personal sino también del planeta ha hecho que corrientes de clara tendencia ecológica adquieran una visibilidad muchísimo mayor, siendo cada vez más los movimientos que luchan por defender el medio ambiente. Así, el cuidado de los mares, la erradicación de las bolsas de plástico, el fin del uso de las pieles en el mundo de la moda y la eliminación de las pruebas de cualquier producto sobre animales empiezan a ser causas en las que, cada vez, se implica más gente.