Los paseos son momentos fundamentales para la salud física y psicológica de tu perro. Pero, además, tú puedes aprovechar para relajarte, hacer ejercicio, jugar con él y estrechar lazos. Para conseguirlo, y lograr que ese momento sea agradable para los dos, ten en cuenta los consejos que te damos.
Enséñale a caminar con correa
Si tu perro sabe caminar con correa por la calle vuestros paseos serán momentos de relax y disfrute, en lugar de un motivo de estrés. Por ello, es importante que eduques y enseñes a tu mascota a caminar desde cachorro de manera correcta por la calle. Evita darle tirones con la correa, lo detestan. Y permítele olisquear, es algo instintivo para ellos que les encanta hacer.
Recoge sus excrementos
La bolsas para recoger sus deposiciones no deben faltarte cuando salgáis a pasear. Nuestro civismo es fundamental para que la opinión de otras personas sobre los perros y sus dueños sea positiva, así que mantén limpias la calles tras pasear con tu animal.
Si se te han olvidado las bolsas, hay muchas ciudades que tienen dispensadores gratuitos en sus papeleras para este cometido. Comprueba si también hay en la tuya.
Elige una buena hora para pasear
Los perros deben pasear tres veces al día y, a ser posible, que las salidas se repartan entre la mañana, la tarde y la noche. Salir muy temprano por la mañana es estupendo para ellos porque pueden estirar sus músculos después de las horas de descanso. Otra salida después de comer le ayudará a hacer una buena digestión. Y un último paseo antes de dormir propiciará un buen descanso a tu perro, que se irá relajado a la cama.
Presta atención a la época del año, y no le saques en las horas de máximo calor si es verano. En cambio, en invierno, es mejor aprovechar las horas de sol.
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La importancia de una buena educación
Es muy importante que tengas muy bien educado a tu animal para que acuda siempre que le llames, y evites que se escape o busque pelea con otros perros. Los perros suelen entrar en conflicto con otros perros por una cuestión de territorialidad, aunque sea obediente y tranquilo con las personas.
Para evitarlo, no le pierdas de vista cuando salgáis a pasear. Evitarás que sufra o cause heridas, o que se asuste y salga corriendo sin rumbo fijo.
Organiza tu agenda
Es muy importante, antes de llevar a un perro a tu casa, que seas consciente del tiempo que dispones para atenderle. Si pasas todo el día fuera, quizás deberías pensártelo bien. Si necesitas ayuda, existen cuidadores y paseadores profesionales de mascotas que te pueden ayudar. Pero no olvides que el bienestar de tu mascota va a depender, sobre todo, del tiempo que pases con él. Y una de las actividades que más tiempo exige es la hora del paseo.
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Qué problemas pueden surgir durante el paseo
La descoordinación con el perro en el momento de pasear y los tirones de la correa pueden convertir el paseo en una carrera de obstáculos que os impida disfrutar a ambos del paseo.
Como hemos dicho antes, el perro que pasea, además de orinar, necesita oler con tranquilidad. Se trata de un ritual en el que deja feromonas olfativas para otros perros, mientras capta las que dejaron los demás. Si no le permites que lo haga, provocarás nerviosismo y ansiedad en tu mascota.
En cualquier caso, los paseos deben estar coordinados y tú eres la encargada de dirigir al perro y no al contrario. Si ves que no conseguís unos paseos agradables, tienes que plantearte la posibilidad de consultar a un educador canino para que te enseñe qué cosas podéis mejorar.
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