Si eres una de esas personas a las que se les hincha la barriga por las tardes y, sobre todo, después de comer, sabrás lo molesto que es. Hay que soltarse los pantalones, huyes de la ropa ajustada e, incluso, puedes sentir dolor. La distensión abdominal, que así denominan los médicos al vientre hinchado, es un verdadero incordio para muchas de nosotras. Y no solo eso. Hay que estar atenta porque también puede deberse a un problema de salud, ya que no siempre es debido a los gases. Te explicamos cuáles son las causas y cómo puedes evitar que se te infle la tripa todos los días.
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Causas del vientre hinchado
En la mayoría de las ocasiones, los culpables son los gases. Una acumulación de gas en el intestino grueso o colon hace que este se hinche y el abdomen se distienda provocando esta sensación incómoda. Pero la pregunta es ¿por qué acumulamos gas en la barriga?
Existen diferentes razones pero, la fundamental, es la dieta y cómo comemos. Por ejemplo, “al comer deprisa y mal, apenas se mastican los alimentos. Esto hace que se degluta mucho aire que acaba transformándose en gas en el colon”, indica la doctora Marina Bernal, directora médica de Cigna.
El tipo de alimentos también influye. De hecho, hay personas que sufren intolerancias o alergias alimenticias que pueden dañar el aparato digestivo y provocar distensión abdominal. Es el caso de la celiaquía o la sensibilidad al gluten así como la intolerancia a la lactosa.
Por otro lado, las malas digestiones, que al final pueden traducirse en flatulencias, hinchazón y retención de líquidos, puede deberse a la deficiencia de algunas enzimas encargadas de digerir las grasas, hidratos de carbono o proteínas.
Asimismo, los problemas intestinales como el síndrome de intestino irritable o la Enfermedad de Crohn son otras de las causas que pueden propiciar el vientre hinchado. "Lo ideal es que un médico realice el diagnóstico, sobre todo, si la hinchazón viene acompañada de dolor o cambios en el ritmo intestinal, por ejemplo, diarreas", aconseja la experta. El especialista analizará los antecedentes del paciente, realizará una exploración física y analítica y, probablemente, pedirá la realización de una endoscopia o colonoscopia. Son pruebas incómodas pero, en la actualidad, en la mayoría de centros, se realizan con sedación, de forma ambulatoria y la recuperación es rápida.
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¿Puede ser cáncer?
Por último, hay enfermedades más graves como el cáncer del aparato digestivo (páncreas, estómago, colon) que también podrían causar este problema. Sin embargo, “en estos casos se suelen acompañar de otros síntomas como sangre en las heces, pérdida de peso sin causa determinada, falta de apetito, sensación de plenitud, entre otros”, señala la doctora Marina Bernal, de Cigna.
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El vientre hinchado también se asocia a problemas ginecológicos como los miomas u otros tumores benignos. Incluso el cáncer de ovario podría manifestarse con este síntoma. En este caso, la hinchazón sería persistente, es decir, no disminuiría a lo largo del día y podría venir acompañado de sensación de plenitud y dolor abdominal. Ante la duda, siempre hay que consultar con un médico.
Cómo evitar el vientre hinchado
- Come despacio. Es fundamental para que el proceso de digestión empiece en la boca, con la masticación y la salivación. Si engulles la comida, obligas a tu estómago a realizar un trabajo que no le corresponde, se segrega menos saliva y la digestión tarda más.
- No te llenes. La comunicación entre el cerebro y el estómago es más lenta de lo que pensabas. Es decir, tú no notarás que estás llena hasta 20 minutos después de engullir el último bocado. Por tanto, lo mejor que puedes hacer es terminar de comer cuando aún sientes un poco de hambre. Verás como al cabo de un rato te sentirás saciada.
- Evita hablar en las comidas. Se traga mucho aire al hacerlo y esto se convertirá en gases en el intestino que harán que te hinches más.
- Bebe agua. La hidratación es fundamental para evitar el vientre hinchado y la retención de líquidos. Aunque creas que si estás hinchada, el agua lo va a empeorar, ocurre todo lo contrario. Si no bebes, tu organismo va a retener todo el líquido posible como mecanismo de supervivencia. Hay que beber al menos dos litros y medio de agua al día.
- Muévete. Cuando lo haces, el tránsito intestinal se moviliza, se eliminan líquidos, y disminuye la hinchazón. Caminar para ir a casa después del trabajo puede ayudarte a sentirte menos hinchada.
- Cuidado con la fibra. La fibra es necesaria, pero hay que tomarla en su justa medida. No más de 30 gramos diarios. Si se ingiere más pueden aparecer trastornos digestivos, diarreas y vientre hinchado debido a que la fibra no se digiere y se puede acumular.
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