¿Qué hacer si tu perro muere en casa?
En esos complicados y tristes momentos, es importante gestionar la situación y, sobre todo, estar bien informado
La pérdida de un perro es complicada en cualquier situación. Si el can fallece en una clínica veterinaria, el profesional podrá hacerse cargo de los restos del animal, así como del papeleo y los trámites. Sin embargo, si la mascota muere inesperadamente en el hogar, tendrá que ser el propio dueño el encargado de gestionar la situación y, sobre todo, estar informado antes de tomar cualquier decisión.
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Llamar al veterinario
En estos difíciles momentos, y siempre que el horario sea el idóneo, es recomendable intentar ponerse en contacto con un veterinario de confianza. Puede guiarte y explicarte los pasos que debes seguir, así como facilitarte el contacto de alguien que pueda recoger el cuerpo de tu mascota. Además, algunas clínicas veterinarias cuentan con un espacio en el que pueden conservar el cadáver del perro durante varias horas, hasta que se tome la complicada decisión de si se prefiere que sea incinerado o enterrado, importante desde el punto de vista emocional, pero también desde el legal y sanitario. La incineración es el servicio más demandado.
Comunicarlo en el registro
Los trámites no son complicados. Basta con dar de baja el microchip del animal, formado por quince dígitos, para que quede registrado su fallecimiento en la base de datos. Dependiendo de la localidad en la que se resida pueden tener un censo propio de mascotas, por lo que – si es el caso de la tuya – también será necesario tramitar la baja en el Ayuntamiento correspondiente.
Incineración colectiva
En España, la ley prohíbe los enterramientos de animales en lugares no autorizados. Es decir, legalmente no está permitido enterrar al can en el jardín de casa o en el campo. La gran mayoría de Ayuntamientos tienen servicios de recogida de animales muertos, que son posteriormente trasladados a centros de incineración colectiva. La principal desventaja de este servicio público ofrecido a particulares, que en algunas localidades, como Madrid, es gratuito, es que no se devuelven al dueño las cenizas del perro, que suelen ser finalmente depositadas en vertederos.
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Incineración individual
No obstante, son muchas las personas que prefieren quedarse con las cenizas de la que ha sido su mascota y optan por la incineración individual. Actualmente, hay un importante número de empresas que ofrecen este servicio en España. La incineración, que puede durar hasta tres horas, tiene un coste de entre 200 y 300 euros.
Además, algunas de estas empresas también ofrecen servicio de tanatorio, habilitando salas para poder despedirse de la mascota antes de proceder a la incineración.
Cementerio para animales
Únicamente existen cuatro empresas que ofrezcan este tipo de servicios en nuestro país: El Último Parque, en Madrid; Sena, en Valencia; Última Llar, en Tarragona; y El Cementerio de Pequeños Animales, en Barcelona. En la inmensa mayoría de cementerios, hay que hacer entrega de un certificado veterinario para demostrar que el can no ha muerto por alguna enfermedad contagiosa. En el caso de ser así, el cadáver debe ser destruido para que no pueda transmitir la enfermedad.
Las tarifas de estos cementerios son tan amplias como los servicios que ofrecen y varían en función de las opciones escogidas. Fosas individuales o colectivas, placa, ataúd, epitafio, escultura… En caso de tratarse una tumba individual, habrá que pagar un coste de mantenimiento anual.