Estamos hablando de una parte del cuerpo que es vital; ya que equilibra toda la zona media y soporta el peso de todo el cuerpo. Por tanto, lejos de lucir un cuerpo bonito el mes de agosto, los beneficios de un abdominal tonificado y firme son muy numerosos. Estos son algunos:
- Una consecuencia directa de un abdominal tonificado es que vamos a mantener a raya los dolores de espalda y lumbares. A lo largo del día, estamos constantemente agachándonos, estirándonos, doblando el cuerpo, adoptando malas posturas en nuestra silla de oficina, cargando peso, etcétera. Incluso en momentos donde parece que no hacemos nada, el cuerpo debe soportar su propio peso, lo que ya es un trabajo en sí mismo. Por esta razón, si tenemos un abdomen trabajado, conseguiremos mantener la verticalidad corporal sin molestia alguna y relajando la zona lumbar. Solo como dato: la American Chiropractic Association (Asociación Americana de Quiroprácticos) calcula que alrededor de 31 millones de adultos estadounidenses sufren dolor en la parte inferior de la espalda de manera diaria; lo que dispara mensualmente la cantidad de bajas laborales.
- Otra de las funciones que recae en la zona abdominal es la de mantener los órganos internos en una posición adecuada y en estado de relajación. Si los órganos sufren menos movimiento y no se sienten alterados, podrán desarrollar sus funciones de una manera más eficaz. Si no tenemos un abdomen firme, no tendremos esta protección y simplemente el hecho de correr hará que nuestro interior sea un 'tiovivo'.
- También notaremos una mejora en la salud intestinal. Por ejemplo, en caso de estreñimiento, puede ser de gran ayuda para reestablecer la flora intestinal, disminuir las inflamaciones internas y mejorar la circulación.
- Evitaremos hernias y protusiones. Cuanta menos carga innecesaria soporte la espalda menos probabilidades tendremos de sufrir una lesión.
- Un abdominal tonificado hará también que respiremos mejor. Tanto si se es deportista como si no, respirar con comodidad es algo que agrada. Trabajando el abdominal logramos que la caja torácica esté más relajada y, en consecuencia, a nuestros pulmones les entra más aire; nuestra sangre tiene mayor cantidad de oxígeno y el cuerpo se vuelve más óptimo.
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Cómo hacer abdominales correctamente
Olvida aquello de que para tener un abdomen fuerte es necesario hacer 2.000 abdominales todos los días, sobre todo porque se demostró que es un bulo absurdo que lo único que puede producirnos es una lesión abdominal. Cada músculo del cuerpo hay que trabajarlo en base a su tamaño, su carga de actividad y la cantidad de peso que es capaz de soportar. Si no hacemos 2.000 repeticiones de bíceps, ¿por qué hacer 2.000 abdominales?
Para trabajar el abdomen de forma efectiva, bastará con rutinas que apenas nos quitarán 15 minutos de nuestro tiempo si sabemos cómo hacerlas bien. Así que tampoco hace falta trabajarlos a diario; ya que podríamos llegar a una fase de rutina donde el abdomen se acostumbraría a ese ejercicio y no progresaría. Por tanto, con 3 o 4 días por semana, alternando diferentes ejercicios y unas 25 repeticiones lograremos tener ese abdomen firme que queremos. Sin embargo, no te confundas: no por mucho hacer abdominales vamos a conseguir un vientre perfecto; la alimentación y la correcta quema de grasa también son importantes para que los efectos sean visibles.
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Por tanto, si tenemos un abdomen tonificado estaremos ganando no sólo en imagen, también en salud: nuestras visitas al médico no serán tan frecuentes, no tendremos dolores después de días intensos de trabajo y disfrutaremos de nuestra vida social y deportiva con todas las garantías.