Tengo cáncer de mama, ¿y ahora qué?
Recibir el diagnóstico de cáncer es una noticia y una fecha que no olvidarás en la vida, puesto que la aparición del cáncer marcará un antes y un después en todas las facetas de tu vida. Al principio sentirás miedo, ansiedad, tristeza y rebeldía. Más adelante rabia y desencanto. Finalmente, aceptación.
Es difícil saber cómo va a reaccionar cada paciente cuando se le dice que tiene cáncer de mama. La situación familiar, cultural, social y laboral, así como el carácter y la personalidad, influirán en sus reacciones. Pero la mayoría experimentarán sentimientos similares. Y teniendo en cuenta que el diagnóstico y el tratamiento suponen una notable alteración de la vida cotidiana y generan una gran incertidumbre con respecto al futuro, lo más importante es que la paciente, reciba información clara, concisa y adecuada, apoyo emocional de su entorno, cariño y protección.
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Información positiva sobre el cáncer
Por ejemplo, es importante saber que...
- El cáncer de mama se cura. El 80% de las afectadas superan la enfermedad.
- El cáncer de mama puede prevenirse. Existen estudios genéticos que pueden predecir la posibilidad de padecer este cáncer.
- Las estrategias para la prevención y el diagnóstico precoz son muy eficaces.
- Los tratamientos como la cirugía, quimioterapia y/o radioterapia obtienen brillantes resultados y son bien tolerados.
- El pronóstico de esta enfermedad es cada día mejor en supervivencia y cantidad y calidad de vida.
Información del futuro inmediato
Una vez realizado el diagnóstico de sospecha de cáncer de mama, si no estás en manos de un especialista en oncología o en un servicio o centro dedicado a esta especialidad, los pasos a seguir deberían ser:
- Estudio oncológico completo y exhaustivo, por un experto en la especialidad, o un especialista en oncología (analítica, estudios de imagen, anatomía patológica para conocer las características del tumor).
- Tratamiento quirúrgico tras biopsia.
- Quimioterapia. Radioterapia. En algunos casos, hormonoterapia.
- Seguimiento y revisiones periódicas.
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Tratamiento quirúrgico
Es el tratamiento de elección y el más frecuente en el cáncer de mama, diagnosticado precozmente. Existen diferentes técnicas que dependerán del tamaño, la localización y la extensión del tumor. Dos son conservadoras: la tumorectomia (extipación del tumor) y la cuadrantectomia (se amplía la extensión). Otra, más agresiva, es la mastectomía, que puede ser radical o radical modificada (con reconstrucción inmediata).
En la cirugía del cáncer de mama, se estudian siempre los ganglios axilares y, si es necesario, y tras el estudio mediante la punción y biopsia se realiza una linfadenectomía (extirpación) del ganglio centinela o de toda la cadena ganglionar. El linfedema (hinchazón) posterior puede ser una complicación de este tipo de limpieza ganglionar.
También se puede realizar el estudio del ganglio centinela. Es decir, analizar el ganglio más cercano al tumor. Si este no está afectado, es posible que no haya afectación ganglionar. En este caso, y siempre bajo la valoración del especialista, se llevará a cabo o no la extirpación de los ganglios linfánticos.
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Quimioterapia
Se administra casi siempre tras la cirugía, en forma de ciclos, para completar el tratamiento y prevenir la aparición de posibles metástasis. Para hacerlo, se utiliza un catéter permanente, unido a un port-a-cath subcutáneo (para evitar los múltiples pinchazos para la introducción de la vía con los medicamentos). Estos quimioterápicos destruyen las células tumorales y, por ende, actúan también nocivamente sobre tejidos sanos. Los efectos secundarios indeseables se manifiestan con la caída del cabello, vómitos, pérdida de peso, retención de líquidos, malestar general, sabor metálico, etc.
Seguimiento y revisiones
Son necesarias por el riesgo de padecer otro tumor en la otra mama o que el mismo tumor se reproduzca. Las revisiones se realizaran periódicamente, siguiendo los protocolos establecidos. Al principio cada dos o tres meses y a partir del quinto año, anualmente.
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Reconstrucción después de la mastectomía
La cirugía de reconstrucción de la mama puede hacerse de forma inmediata, durante la misma operación de mastectomía, o se puede postergar para más adelante. Las mamas se pueden reconstruir con implantes o con tejido autógeno. En la actualidad, el protocolo más frecuentemente aplicado es el de reconstrucción de la mama con cirugía reparadora inmediata, con implantes.
Reacciones emocionales
Tanto la enfermedad, como los tratamientos afectan al estado psicológico de las pacientes. Estos suelen ser los síntomas más comunes:
- Estrés, ansiedad, miedo, desesperanza.
- Angustia, cansancio y tendencia a la depresión.
- Confusión, deseo de información.
- Preocupación por el dolor, los tratamientos, la cirugía y la quimioterapia.
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Recomendaciones psicológicas
Las unidades de tratamiento integral del paciente oncológico suelen contar con especialistas de otras disciplinas, como psicooncología, que ayudan al paciente a manejar mejor su situación. Asimismo, se puede acudir a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) o realizar ejercicios de mindfulness, meditación o yoga para convivir con los sentimientos negativos. Para mejorar la calidad de vida de la paciente, es importante:
- Aprender a gestionar el estrés, la ansiedad y la depresión.
- Aprender a controlar el dolor, el miedo, la frustración y otras emociones.
- Aprender a sobrellevar los cambios físicos, emocionales y de estilo de vida.
- Aceptar la nueva imagen corporal y estimular la autoestima.
- Retomar la actividad laboral y mantener las actividades de ocio y las relaciones sociales.