Una buena autoestima es el primer paso para creer en ti misma. Es fundamental para nuestro desarrollo personal porque nos hace querernos y querer a los demás, y esto es imprescindible para tener una vida feliz y plena. Nuestra autoestima se va formando a lo largo de nuestra vida en función de nuestras experiencias, sensaciones y pensamientos. Toda esta información se acumula y genera un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, uno negativo si no creemos ser tan buenos como nos gustaría.
Cuando nos valoramos de forma negativa o poco realista no afrontamos la vida con la decisión y el optimismo necesarios, lo que produce una falta de confianza que afecta a todos los niveles de nuestra vida. Es posible que no queramos detenernos a pensar en ello, pero dedicar un tiempo a mirar en tu interior y descubrir qué opinión tenemos de nosotros mismos es muy necesario. Cuando tenemos la autoestima baja, no enfrentamos a situaciones como las siguientes:
Nos cuesta afrontar situaciones cotidianas: cuando tu autoestima está baja las situaciones diarias más normales pueden resultarte un problema por la falta de confianza en ti misma. Puede tratarse de algo tan sencillo como realizar una gestión telefónica hasta algo que implique más seguridad como reclamar la cuenta del restaurante si pensamos que está equivocada y nos han cobrado de más.
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Somos muy autocríticos: te encuentras defectos con mucha facilidad, tanto físicos como de comportamiento, y les das un valor desmesurado. Esta actitud te hace estar insatisfecha contigo misma en demasiadas ocasiones.
Tendemos a sentirnos culpables por cualquier motivo: puede ser por algo que has hecho, o por algo que no has hecho; por algo que has dicho, o por algo que no has dicho. Le damos más importancia a la opinión de los demás que a la nuestra, y el nivel de autoestima nos hace pensar que los otros nos ven como alguien inferior.
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Somos indecisos: la falta de capacidad para tomar decisiones se debe más al miedo a equivocarnos que a la falta de información sobre aquello que nos ocupa. Equivocarse es humano y una de las mejores formas de aprendizaje. No importa si hemos acertado o no en nuestra elección, lo valioso es dar el paso y ser capaz de elegir, aunque nos asuste.
Las críticas nos afectan demasiado: al dudar de una misma, se viven las críticas de los otros como si se tratara de amenazas. Te sientes atacada porque ves en esas opiniones la constatación de lo poco que crees que te valoran los demás. Esta actitud te hace estar a la defensiva sin que en realidad haya pasado nada, y te impide disfrutar de las críticas positivas.
Somos dependientes en las relaciones con los demás: cuando tu autoestima es baja se agudiza el miedo a sentirte sola, porque puedes llegar a pensar que nadie te quiere. Por eso buscas relaciones de amistad y de pareja con personas más fuertes que te hagan sentir segura.
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Si después de leer todo lo anterior crees que tienes la autoestima baja, hay muchas soluciones al respecto.Te ofrecemos empezar por aquí:
- Busca actividades que te hagan feliz: a lo mejor no se te ocurre nada en un primer momento, pero al mínimo existe una cosa que te encanta hacer, tenlo por seguro. Llevarla a cabo generará sentimientos positivos hacia ti y te valorarás más.
- No seas dura contigo misma: deja de criticarte por cómo eres y piensa en aquellas cosas positivas que hay en ti. Cuida mejor de ti cada día y no lo dejes de hacerlo bajo ningún concepto. Aunque al principio no te resulte fácil, te mereces disfrutar de tu y de todas las cosas buenas que tienes.
- Ponte metas: invierte tu energía en pensar cosas positivas para ti. Así perderás menos tiempo en tener pensamientos negativos que te impidan ser feliz.