Lo normal es que al hacer las maletas para irte de vacaciones pienses en meter el bikini y no el portátil, pero es posible que en poco tiempo (si no te está ocurriendo ya), empieces a pactar con tu empresa las llamadas trabacaciones, y te vayas a la playa con el bronceador y el ordenador a cuestas. Pero tranquila, en principio no se trata (o no debería tratarse) de quitarle tiempo de descanso a tus vacaciones para dedicárselo al trabajo. La idea parte de que cada vez más empresas entienden que pasar muchas horas en la oficina no es siempre la opción más efectiva, y muchas de ellas pactan repartir el tiempo de trabajo entre su propia sede y la casa del trabajador. Y quien dice casa del trabajador, dice un hotel en la costa o una casa rural en mitad de la montaña.
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De dónde viene la palabra 'Trabacaciones'
La palabra Trabacaciones es la traducción literal de la palabra inglesa Workaction, que procede de unir las palabras work (trabajo) + vacation (vacaciones). Esto aplicado a la realidad quiere decir que en lugar de trabajar desde casa, te vas de viaje o escapada sin faltar a tus obligaciones laborales. Es decir, no importa las horas que pases trabajando: lo único que tienes que hacer es cumplir los objetivos que hayas acordado y los plazos de entrega. Cómo te organices el tiempo es cosa tuya. Puedes irte unos días a la playa y pasar la mañana trabajando en el apartamento o el hotel, y la tarde disfrutando de la tumbona mirando el mar. Sólo tienes que garantizarle a tu jefe que no hay ninguna diferencia entre que tú trabajes rodeada de cuatro paredes a que lo hagas rodeada de pinos o palmeras.
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La idea no convence a todos
Lo que para algunos es una opción, para otros es una obligación. Es decir: no todo el mundo puede elegir si desconectar o no del trabajo cuando viaja. Para muchos es la única manera de irse de vacaciones sin dejar desatendido su negocio, y agradecen que las nuevas tecnologías les permitan estar conectados con todo el mundo a cualquier hora del día, cualquier día de la semana. Otros, en cambio, tras intentarlo en alguna ocasión, han prometido no llevarse nunca más el ordenador de vacaciones pase lo que pase, porque aseguran que hay que desconectar para descansar, y de esta manera solo consiguen estresarse. Para muchas empresas, se trata de aplicar fórmulas que permitan a sus trabajadores disfrutar más de su vida personal para luego ser más productivos a la hora de cumplir sus objetivos profesionales.
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En cualquier caso, parece ser que este concepto va ganando cada vez más terreno en el ámbito laboral. Así que, si te estás planteando tener tus primeras trabacaciones, o ya las has tenido pero no te salieron muy bien, toma nota para que la próxima vez sean un éxito:
- Antes de irte, deja todo aclarado: es importante que te vayas sabiendo qué volumen de trabajo tienes que asumir durante esos días, y que tu empresa sepa que no vas a hacer más de lo pactado.
- Si viajas en familia, habladlo antes: a veces puede resultar confuso mezclar a gente que solo va a desconectar con una persona que tiene que trabajar. Por eso es importante que todos sepáis cuál es la situación real, para que podáis disfrutar de ella al máximo.
- Ponte horarios: aprovecha, si es posible, la primera parte del día para cumplir con tu trabajo. Aunque sabemos que es tentador ir a pasear junto a la orilla del mar, haz un esfuerzo que te permita disfrutar lo que te queda de día sin culpas ni presiones.
- Desconecta: acuerda con tu empresa a partir de qué hora no vas a estar disponible y no tienes la obligación de responder a las llamadas ni a los correos, a menos que se trate de una emergencia.
- Déjate algún día libre: aunque sepas que has ido a trabajar, puede resultar estresante no tener al menos un día de descanso total. Planifícate con antelación para poder desconectar del todo más de 24 horas. Al fin y cabo, también estás de vacaciones.