La reciente propuesta de Bruselas para reducir la producción de plásticos en la Unión Europea, planteando la prohibición de productos de un solo uso, como bastoncillos, platos, cubiertos y pajitas para beber, pone de relieve la importancia del reciclaje para la preservación del medio ambiente. Tomar conciencia sobre el impacto de determinados residuos es fundamental para evitar la acumulación de basura en los océanos con su consiguiente impacto sobre el hábitat marino. De este modo, dar una nueva vida a los envases, reduciendo el consumo de recursos, se ha convertido en una actividad primordial cada vez más cotidiana y extendida a la hora de aportar un granito de arena de cara a la protección del planeta.
Según Ecoembes, organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la sostenibilidad a través del reciclaje en España, cuesta menos reutilizar que fabricar un nuevo producto. Gracias a ese pequeño gesto se ahorra energía, agua y materia prima, reduciendo la contaminación que se produce en el proceso de fabricación. Además, es fácil y no requiere mucho tiempo. En principio, tan solo se necesita una papelera con tres bolsas para cada tipo de residuo o envase, pero ¿lo estamos haciendo bien? He aquí sus claves básicas.
Cada residuo a su contenedor
Para empezar, lo primordial es diferenciar entre los tipos de residuos que se pueden generar y a qué contenedor deben ser arrojados. Los restos orgánicos se tiran al contenedor naranja; botellas y envases de plástico, latas y recipientes metálicos y briks irán siempre al amarillo; papel y cajas de cartón, al azul; y por su parte, botellas, frascos y tarros de vidrio al verde.
Organización en casa
Lo ideal es colocar en la cocina, trastero o garaje un cubo de basura de distinto color destinado a cada uno de ellos; así será más fácil no confundirse y resultará más práctico a la hora de separar mientras se cocina o se limpia. Además, es importante que estén adecuadamente apartados e introducir una bolsa dentro de cada uno de ellos para hacer que sea más higiénico. Si el espacio disponible no permite colocar tres cubos, la opción es utilizar sacos independientes.
Correctamente identificados
Para facilitar la diferenciación entre los contenedores es conveniente colocar una etiqueta frontal con los residuos que hay en cada uno; incluso, pueden ser de los colores distintivos señalados anteriormente, en el caso de que los cubos sean del mismo color. Un sencillo truco para ahorrar espacio en ellos y aumentar su capacidad consiste en doblar y comprimir los envases y cartones.