¿Puedo hacer deporte si estoy embarazada?

La gestación es una etapa en la vida de la mujer en la que debe cuidarse más y mejor. La dieta y el ejercicio controlado son dos maneras de hacerlo. Hay que evitar, sin embargo, algunos deportes que pondrían la vida del feto en peligro.

por Dr. Eduardo Junco

El embarazo es una situación fisiológica transitoria y normal en el curso de la vida de muchas mujeres, y suele ser más frecuente en aquellas sanas y jóvenes. Si cursa sin contratiempos, no debe alterar el ritmo de vida previo al embarazo y lo recomendable es continuar con las mismas rutinas y actividades físicas e intelectuales que se tenían. A medida que el embarazo avanza y el peso y el volumen aumentan, será necesario irse adaptando a la nueva situación.

La gestación suele durar nueves meses durante los cuales se producen cambios muy notables en la anatomía, la fisiología, el metabolismo y el psiquismo femenino. Si se practicaba deporte previamente al embarazo, y de forma habitual y continuada, es conveniente consultar con el ginecólogo si se puede seguir realizándolo, hasta qué fecha y a qué nivel.

Ejercicio físico en el embarazo

Hacer ejercicio físico durante el embarazo es siempre saludable. Su intensidad, tipo y duración vendrán inducidos y aconsejados por el que se practicaba antes, pero si este se realiza con prudencia y control, siempre será una fuente de beneficios.

En general, se recomienda que la embarazada realice de 20 a 30 minutos de ejercicio físico moderado tres o cuatro días por semana. Con esta frecuencia y duración se lograrán sus propiedades saludables:

  • Mejora el rendimiento cardiovascular y la oxigenación de los tejidos.
  • Ayuda a controlar la ganancia de peso.
  • Potencia la fuerza muscular, fortalece el suelo pélvico y mejora la corrección postural.
  • Controla la tensión arterial y la posibilidad de diabetes gestacional.
  • Ayuda a dormir mejor, estar más relajada y a mejorar el estado de ánimo.
  • Reduce el número de cesáreas y acorta el tiempo de recuperación postparto.

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Preparación para el parto

Muchos centros deportivos y gimnasios dan clases de gimnasia a las embarazadas que están dirigidas por monitores especializados. Estas clases orientan su actividad en la educación y el control de la respiración, la relajación y la fuerza de los músculos que intervienen en el parto.

Las mujeres sedentarias o que practican ejercicio físico ocasional son las que más se benefician de estos programas específicos y de las tablas de gimnasia de preparación al parto. Éstas centran su acción en fortalecer brazos y piernas, hacer abdominales, y fortalecer la espalda y el suelo pélvico.

El inicio de este tipo de actividad será siempre individualizado, dirigido y controlado por el  ginecólogo, que valorará el nivel y posibilidades y controlará la actividad a lo largo de la gestación.

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Recomendaciones

Durante la realización de ejercicio físico en el embarazo, es importante que se mantenga un buen estado de hidratación, bebiendo agua, aunque no se tenga sed, antes, durante y después del ejercicio. Nunca hay que llegar a un nivel extenuante y hay que descansar cuanto sea necesario.

Por otro lado, se aconseja utilizar ropa holgada y transpirable y un calzado deportivo flexible y seguro. Son muy necesarios los ejercicios de calentamiento previo y los estiramientos y de relajación, al terminar las sesiones.

Deportes recomendables si estás embarazada

Los deportes más recomendables durante el embarazo son aquellos de predominio aeróbico que estimulan la función del corazón y los pulmones. Como ejemplos más significativos están la marcha o el paseo y la natación. Treinta minutos diarios de paseo o de piscina mejoran el estado físico de la embarazada y son muy beneficiosos para la preparación al parto. El yoga y la gimnasia son también se recomiendan.

Por el contrario, deben evitarse aquellos deportes de contacto, de equilibrio con riesgo de caídas, o si se practican sobre superficies duras o quebradas. También si precisan de saltos, giros y movimientos violentos, o si fuerzan la musculatura y aumentan la presión abdominal.

Cualquier deporte que genere hipoxia (falta de oxígeno en la sangre) y que pueda producir una disminución de la oxigenación fetal, por contracción de la musculatura abdominal o por maniobras respiratorias forzadas, tampoco deban realizarse.

Baloncesto, balonmano, voleibol, equitación, esquí, deportes de raqueta, golf, artes marciales, boxeo y buceo son algunos ejemplos de los deportes no recomendables durante el embarazo.

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