Estos son los errores que cometes cuando practicas 'spinning'

Consultamos a un experto para que nos dé las claves para conocer qué hacemos mal, qué consecuencias tiene y cómo podemos corregirlo

Por Gtresonline

La elección de la bicicleta frente a otros vehículos crece por momentos. Solo hay que prestar atención a los datos, como el estudio del Índice Mundial de Ciclismo en 2016 que reflejó que España era el país en el que más incrementó el uso de este medio de transporte, un 8% solo en un año. Pero esta no es la única posibilidad que ofrecen nuestras 'bicis', la modalidad deportiva conocida como spinning -clases de ritmo elevado- gana cada vez más adeptos. Entre sus beneficios destacan su gran trabajo cardiovascular, que lo convierte en una buena práctica para quemar grasa y su idoneidad para mejorar la resistencia. Si bien se trata de un deporte aparentemente sencillo, la alta intensidad de este puede provocar que se cometan numerosos errores.

"Hay que considerar que este tipo de clases en las que se realiza ejercicio aeróbico suponen mucho más que subirse a una 'bici' y pedalear al máximo. Se trata de una actividad que requiere de una buena técnica para evitar lesiones y disfrutar cada minuto de la clase", comenta Antonio Calderón, entrenador en el gimnasio Go fit Sevilla. En Hola.com hablamos con este profesional, para conocer qué se puede estar haciendo mal, cómo afectaría a nuestro cuerpo y las formas que existen para poner solución antes de que pueda provocar un problema de importancia.

VER GALERÍA

¿Hacia dónde miramos?

Cuando estamos inmersos en una clase, puede suceder que dejemos de prestar atención al monitor, tal vez porque conocemos la técnica y el ritmo y desconectamos, o porque estamos muy cansados. En estas situaciones podríamos caer en una mala colocación: "Mirar al suelo tratando de esconder la cabeza entre los hombros es de los errores más típicos, lo cual puede ocasionar una desalineación que, a su vez, genere una tensión en las cervicales y en consecuencia dolor en esta zona".

El experto recomienda atender a la posición de nuestro cuerpo a la hora de desarrollar esta modalidad deportiva: "La postura correcta es mantener una alineación del cuello con la espina dorsal, por ello es primordial mirar hacia adelante".

Atención a los pies

Al tratarse de un ejercicio en el que la totalidad de nuestro cuerpo está en movimiento, podríamos pasar por alto zonas como brazos y pies. Estos últimos no pueden estar colocados de cualquier forma. Es común, según explica Antonio, pedalear con las puntas de los pies hacia abajo. "Esto suele pasar cuando no se tiene el calzado correcto, aunque se cuente con las calas (complemento para pedales de las bicicletas de spinning)". 

Si queremos hacerlo de forma adecuada, para optimizar el trabajo, el profesional indica que las plantas del pie deben estar planas sobre el pedal, de forma que la punta de pie mire ligeramente hacia arriba.

El manillar no debería ser el único punto de apoyo

"Es muy frecuente que los alumnos apoyen el peso del cuerpo en el manillar" comenta. El resultado que esto genera es "una gran tensión en muñecas y hombros". Para poner remedio, se debe repartir el peso por los músculos del core (zona muscular que ocupa el centro de gravedad del organismo, generalmente debajo del ombligo), y "emplear el manillar como un ligero apoyo, llevando el peso del cuerpo hacia el sillín".

Siempre atentos

Ante todo, el entrenador explica la importancia de tener en cuenta las indicaciones del instructor al comienzo de la clase, cuando suele explicar cómo debemos colocarnos. No hay que pasar por alto, tampoco, las pautas sobre "el ajuste de todas sus partes: altura y distancia del manillar y, del mismo modo, el sillín".

El truco final

Tanto si es nuestra primera toma de contacto con las clases, como si ya tenemos la experiencia de un senior, será necesario adaptarnos en la medida de nuestras posibilidades a la agilidad del grupo. Entre los consejos que Calderón señala se encuentran el de "ir cambiando el peso de lado en cada pedalada, si se trata de una persona de iniciación” o “seguir un ritmo constante y evitar los cambios de peso", si el caso es el de un participante habitual. El objetivo final sería alcanzar un 100% de trabajo cardiovascular. "El truco está en ponerle ganas y querer aprender a rodar sobre una bicicleta".