¿Por qué la luz del sol influye en nuestro estado de ánimo?
La llegada de la primavera tiene efecto en las plantas, en los animales… ¡y en los seres humanos!
¿Cuántas veces se echa de menos el sol cuando, como esta primavera, la lluvia parece no dar tregua? Más allá de la incomodidad que supone tener que hacer uso del paraguas diariamente, existe un inexplicable 'malestar' generalizado provocado por el cielo gris constante; algo que, por otro lado, tiene una explicación de base científica. Según un estudio publicado en la revista especializada The Lancet, el efecto de la luz solar tiene un papel muy significativo en las alteraciones del estado anímico. Pero, ¿por qué pasa esto? Todo tiene que ver con la serotonina y lo que los rayos del sol provocan en esta sustancia básica para el correcto funcionamiento de nuestras neuronas.
Aumentan los niveles de serotonina
La serotonina es una hormona reguladora. Entre algunas de sus múltiples funciones se encuentran el control de la temperatura corporal, la modulación del apetito, la inhibición de la agresividad y la ira o la estabilidad en el ciclo del sueño. Además, está comprobado científicamente que las personas con deficiencia de este componente en su organismo tienen una mayor tendencia depresiva. Así, se entiende que parte del bienestar que se alcanza con una vida ordenada depende entonces de esta sustancia. ¿Y qué tiene que ver esto con el sol? Mucho. El efecto de la luz sobre nuestro cuerpo reduce los niveles de melatonina, que es la hormona que regula a la baja los niveles de serotonina. Por tanto, cuanto mayor sea la exposición a la luz de una persona, menor será la cantidad de melatonina y, por tanto, mayor la de serotonina.
Más sol, más vitamina D
Además, la exposición al sol tiene otros beneficios como una mayor producción de vitamina D, imprescindible para el buen mantenimiento de la estructura ósea, el aumento de los glóbulos blancos –básico para la mejora de las defensas del cuerpo- o la disminución de la presión arterial. Unas temperaturas moderadamente altas –asociadas al sol de primavera y de comienzos de verano- son también positivas para dolencias vinculadas a la inflamación de músculos y huesos por lo que el efecto analgésico del buen tiempo se convierte en otra de las claves por las que el sol nos pone, irremediablemente, de buen humor.
Leer: Embarazo en verano: Guía de cuidados básicos para hacerlo más llevadero
El papel de la luz en el desarrollo de nuestro organismo llega al punto de existir la aplicación de iluminación como tratamiento médico específico para algunas enfermedades. La fototerapia, que es como se llama este método, consiste en provocar todos los beneficios que la luz tiene en el cuerpo humano de una manera tan natural como la exposición a ella, y se usa como complemento a terapias médicas más o menos complejas según las necesidades del paciente.