La solución no pasa, por supuesto, por dejar de usar protector solar: el primer y gran aliado que los dermatólogos recomiendan para protegernos de los efectos nocivos del sol; ya que, como todos sabemos, la exposición en ciertos horarios y sin protección, produce desde fotoenvejecimiento cutáneo (arrugas, machas solares, flacidez cutánea y deshidratación de la piel), a quemaduras graves y tumores cutáneos malignos, incluso, melanoma debido al daño irreversible.
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Afortunadamente, la moda por la cosmética natural ha dado lugar a líneas con formulaciones más naturales y respetuosas (sin sulfatos, siliconas, petroquímicos…), que siguen cuidando de nuestra salud sin descuidar la preservación del medio ambiente.
Así, por ejemplo, la marca Safe Sea, fundada por científicos marinos y biotecnólogos, ha sido pionera en desarrollar de la mano de la compañía de biotecnología Nidaria Tecnology Ltd, líder mundial en la investigación de protectores solares de última generación, una crema solar que no libera ningún tipo de activo químico que contamine el agua; en especial, de una sustancia llamada oxibenzona, también conocida por el nombre BP-3 o Benzofenona-3, que está presente en más de 3.500 productos solares en todo el mundo (cremas, sprays protectores de pelo, etcétera), y que lidera el ranking de activos químicos que amenaza la supervivencia de la fauna marina y los corales. Este desarrollo científico, liderado por el Dr. Amit Lotan, en representación de la compañía de biotecnología Nidaria Tecnology Ltd, ha sido, además, abalado y certificado por la Asociación Científica “Friend of the Sea”, quien asigna el sello especial ‘eco-friendly’ a los protectores solares más respetuosos.
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Cómo tiene que ser una crema solar para ser ‘eco-friendly’
Según los expertos, se trata, sin duda, de una apuesta de futuro en el desarrollo de la protección solar, a la que cada vez comienzan a sumarse más laboratorios. También desde la Academia Española de Dermatología y Venereología recomiendan optar por productos lo más naturales posibles y por las llamadas cremas solares biodegradables. Pero, ¿cuáles son los requisitos que deben cumplir estos productos y en qué debes fijarte a la hora de comprar?
- Fíjate en el tipo de filtro solar. Se recomienda escoger un filtro solar físico o mineral como el óxido de titanio o el óxido de zinc; ya que son los que más protegen de la radiación UV. Existen otro tipo de filtros llamados químicos u orgánicos -aceite de karité, coco, aloe vera, jojoba…- que, aunque a priori pueden ser más naturales, tienen menor efectividad. En su defecto, las llamadas cremas biodegradables combinan los filtros físicos (que suponen un 15-20% de la fórmula) con componentes no agresivos para la fauna y flora marina. Además, los filtros físicos también son minerales y, por tanto, biodegradables.
- Lee bien el listado de ingredientes. La fórmula debe evitar componentes como la oxibenzona antes mencionada, y otros que pueden comprometer la salud (porque contienen disruptores endocrinos) y el medio ambiente (al contener sustancias no biodegradables). Entre los que hay que evitar: el octocrileno, oxibenzona o benzofenona, el butil metoxidibenzoilmetano, el hexilodecanol, la dimetil apramida, el cetil dimeticona, el metilparabeno, el polietileno, el propilparaben o el butilcarbamato.
- Que cuente con sello Bio-Eco. De esta forma nos aseguramos que el 95% de los ingredientes sean de origen natural. Además en el caso de los cosméticos Bio, deberá contener también el 95% de sus ingredientes vegetales certificados como orgánicos.