Puede que el aspecto de la raíz de jengibre, pequeña y redondeada y de color marrón, no te resulte apetecible, pero posee muchísimas propiedades medicinales y culinarias que la hacen muy valiosa. Tiene un sabor fresco y picante que lo hace inconfundible, y es una muy buena fuente de potasio, vitamina C, magnesio, cobre y manganeso. Si aún no forma parte de tu alimentación, te conviene conocer todos los beneficios que te contamos a continuación, y las distintas formas de tomarlo:
Diurético y acelerador del metabolismo
El té de jengibre es un buen aliado para eliminar la retención de líquidos y la hinchazón que esta provoca ya que es un excelente diurético. Tiene, además, propiedades antiinflamatorias y es termogénico (aumenta la temperatura corporal y acelera el metabolismo). Sin duda, es un gran aliado para ayudarnos a mantener un peso saludable.
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Mejora la circulación sanguínea
El jengibre contiene magnesio y zinc, que son claves para mejorar la circulación sanguínea. También posee propiedades que inhiben la acumulación del colesterol malo en el hígado. Además, te ayuda a prevenir posibles problemas cardiovasculares, ya que cuenta con propiedades que inhiben la acumulación del colesterol malo en el hígado.
Una mayor absorción de nutrientes
Provoca la estimulación de la secreción del estómago y las enzimas pancreáticas, y eso garantiza una mejor absorción de nutrientes esenciales en el organismo. Si tienes falta de apetito, prueba a masticar un poco de jengibre antes de las comidas y podrás estimularlo.
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Previene las gripes y resfriados
El jengibre cuenta con propiedades expectorantes, antitusivas, antiinflamatoria y antibióticas que ayudan a combatir los resfriados y gripes. Una taza de jengibre caliente puede ayudar a controlar la tos fuerte y eliminar la mucosidad bronquial. También es muy útil para prevenir y tratar la afonía.
Ayuda con la digestión
Se ha demostrado que en algunos casos favorece la secreción de los jugos digestivos, por lo que se reducen problemas como cólicos, diarreas, espasmos intestinales, gases e indigestión. Uno de los mayores beneficios en su capacidad para reducir las náuseas y los vómitos, por lo que es común recomendar su consumo a mujeres embarazadas.
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Refuerza el sistema inmunitario
Al ser rico en nutrientes como potasio, niacina, fósforo y vitamina C, también ayuda a fortalecer el sistema inmunitario para combatir los virus y bacterias que pueden invadir nuestro cuerpo y afectar a nuestra salud.
Cómo tomarlo
Ya ves que el jengibre tiene numerosas propiedades pero, además, tienes distintas formas de tomarlo, según tus preferencias y para qué quieras usarlo:
- Raíz cruda: la podemos rallar e incluir en recetas de todo tipo (sopas, ensaladas, sofritos, asados, etc.).
- En polvo: se utiliza igual que la raíz rallada y se consume mucho de esta manera por lo fácil que es de conservar y lo cómodo que resulta su uso.
- En infusión: es la forma más común de tomarlo. Añade un pequeño trozo de la raíz en láminas a una taza con agua hirviendo y deja reposar 3 o 4 minutos. Pasado ese tiempo añade una rodajita de limón, o miel si refieres endulzar.
- En zumos: incorpora algo de ralladura a tus zumos y les añadirás ese toque fresco y ligeramente picante que posee el jengibre.
- En aceite: se utiliza para dar masajes que mejoren la circulación sanguínea y problemas digestivos, en terapias con vapor para aliviar constipados, para aliviar dolores musculare, etc.