Hace poco Estados Unidos, en concreto, el Estado de California, nos sorprendía con una excelente noticia: obligará por ley a las tiendas de mascotas a vender sólo animales abandonados, bien procedentes de un refugio o de un grupo de rescate. Esta ley, de la que se ha hecho eco la plataforma de recogida de firmas Change.org, entrará en vigor en 2019, y aquellos establecimientos que incumplan la normativa se enfrentarán a una multa de 45 euros por cada animal que no sea rescatado.
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Iniciativas como ésta, que promueven la adopción responsable frente a la compra de una mascota, son también muy necesarias en España, donde cada año se abandonan más de 150.000 perros y gatos. Particulares, grupos de vecinos, protectoras, e incluso perreras municipales, hacen grandes esfuerzos para acoger y ofrecer en adopción a estos animales. Sin embargo, no siempre es posible. Y, en algunos casos, son sacrificados.
“En ANAA, en 2017 pudimos ayudar a buscar un nuevo hogar a más de 1800 animales. Aunque existe una creencia de que el mayor número de abandonos se da en el periodo estival, un estudio de la Fundación Affinity refleja que la recogida de perros se mantiene estable a lo largo del año. En el caso de los gatos, encontramos un pico de recogidas durante el segundo cuatrimestre, que coincide con el ciclo natural de reproducción de los felinos", indica María Costoya, directora de Comunicación y Marketing de la protectora ANAA, en Madrid.
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En cuanto a las razones declaradas por los propietarios que entregan a su animal de compañía a un refugio, según el mismo estudio, el principal motivo es el comportamiento del animal (15%), seguido por las camadas no deseadas (14%) y los factores económicos (12%). El fin de la temporada de caza (10%) y el cambio de domicilio (9%), completan el listado de los cinco motivos más declarados.
"Tristemente se abandonan muchísimos perros mestizos, pero tambien y, contrariamente a lo que la gente piensa, muchos de raza. Si un tipo de perro se pone de moda, es susceptible de acabar abandonado porque la gente que los compra, en muchos casos, desconoce sus necesidades, carácter y todo lo necesario para una buena convivencia y bienestar del perro", advierte María Costoya.
Mestizos, los más vulnerables
Aún así, los perros sin raza, o mestizos, representan un porcentaje muy elevado de los canes en edad adulta que podemos encontrar en las protectoras de animales y los que más problemas presentan a la hora de encontrar un hogar.
Según Rafael Martínez Avial, CEO de Tiendanimal, “llevamos años colaborando con las protectoras del país para promover la adopción y somos conscientes de que los perros sin raza están en una situación de más riesgo a la hora de encontrar un nuevo hogar y de ser abandonados. Es por ello que este tipo de iniciativas, como el Día del Perro sin Raza, son tan importantes para dar a conocer el problema y animar a las personas que estén preparadas para convivir con una mascota a que les den una oportunidad y apuesten por su adopción”.
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Por qué adoptar un perro sin raza
Por muchos motivos. El principal, porque con la adopción, sea cuál sea la raza, se ofrece la oportunidad a un ser indefenso. Pero, además, nuestra vida también puede cambiar a mejor. Un animal de compañía aporta muchos beneficios para la salud, es un excelente terapeuta, promueve el ejercicio, y supone un gran apoyo emocional. Pero además, si se adopta a la mascota, los sentimientos de satisfacción y de cariño se intensificarán por haber rescatado a un animal que ha sufrido abandono, probablemente violencia, mucha soledad y confusión.
Por otro lado, "los perros mestizos, son únicos y originales. Cada uno tiene su propio carácter, son diferentes a cualquier otro perro y los propietarios convivirán con un perro singular e irrepetible. Si le adoptas estás salvándole la vida así como la de otro perro que ocupe su lugar en el centro de adopción. Asimismo, con la adopción no se fomentará la compra venta de animales", recuerda María Costoya, de ANAA. Eso sí, una vez adquirido, no hay que olvidar que el compromiso dura lo que viva nuestro compañero. Asimismo, es imprescindible proporcionarle la atención, cuidados, la asistencia veterinaria y, por supuesto, el cariño que necesite.
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