Día Mundial de la Tiroides

¿Muy cansada? Hazte un chequeo de la tiroides aunque estés delgada

Algunas alteraciones de la glándula tiroides pueden dar síntomas de fatiga o variaciones en el peso corporal. La detección es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Como la de Uxía, una chica que recibió tratamiento para su hipotiroidismo y dejó de estar tan cansada.

Por Nuria Safont

Cansancio, dolor de cabeza, frío constante, dificultad para perder peso… estos eran algunos de los síntomas que sufría Uxía desde que era adolescente. Finalmente, decidió consultarlo con un médico y, tras un simple análisis de sangre,  le diagnosticaron hipotiroidismo subclínico, es decir, tenía la TSH alta (siglas en inglés de la hormona estimulante de la tiroides), pero no lo suficiente. En principio, no iba a necesitar tratamiento.

Más adelante sufrió una mastitis (una inflamación de la mama) y, tras otros análisis, se vio que vio que la prolactina (la hormona responsable de la lactancia materna) estaba disparada. Los ginecólogos que la trataban decidieron que sería conveniente que un endocrino revisara su caso.

Tras varios controles, el médico decidió que sí debía medicarse para tratar la alteración de la glándula. Y el tratamiento, una pastilla oral que debe tomarse todos los días en ayunas, ha logrado que los síntomas, a los que al principio no dio mucha importancia, hayan remitido. Sobre todo, el cansancio, asegura.  

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¿Qué es la tiroides?

 La glándula tiroides es una especie de nuez situada en el cuello, a caballo de la tráquea y tiene forma de mariposa. Su función es esencial en nuestro organismo, ya que las hormonas que segrega regulan múltiples reacciones fisiológicas.

Por ejemplo:

  • Controlan el metabolismo basal (la cantidad de energía necesaria para mantener las funciones corporales durante el descanso)
  • Aumentan el ritmo al que las células utilizan la glucosa
  • Ayudan a mantener la temperatura corporal al aumentar o disminuir el metabolismo
  • Regulan el crecimiento y la diferenciación de los tejidos de los niños y adolescentes
  • Aumentan la cantidad de determinadas enzimas en las mitocondrias que participan en las reacciones oxidativas.
  • Influyen en la tasa de descomposición de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales y agua.
  • Estimulan los procesos mentales
  • Aumentan la tasa de síntesis de las proteínas.

Si no funciona adecuadamente, es muy probable que haya problemas de salud. Sin embargo, no todo el mundo sabe que sufre alteraciones de la glándula tiroides. De hecho, en España alrededor del 10% de los individuos no sabe que las sufre, según indica la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que recuerda la importancia de la detección precoz. Y es que, estas alteraciones, si bien en general no son graves, cuando no se diagnostican pueden deteriorar la calidad de vida de los pacientes.

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¿Cómo se manifiesta el hipotiroidismo?

La enfermedad más frecuente es el hipotiroidismo. Ocurre porque la glándula tiroides tiene dificultades para fabricar sus hormonas (la más importante, la tiroxina) y se fabrica poco o no se fabrica nada.

“Habitualmente, el hipotiroidismo se asocia a un aumento de peso, pero no siempre ocurre y no es el síntoma más importante ni el más evidente; sí lo son síntomas muy inespecíficos como cansancio, depresión, disminución de la memoria, piel seca, caída del cabello…”, señala el doctor Luis Vila, del grupo TiroSEEN.

En hipertiroidismo se da justo a la inversa: la glándula fabrica un exceso de hormonas. Los síntomas suelen ser pérdida de peso, notar que el corazón se acelera de manera incontrolada y sin motivo, insomnio, nerviosismo, mayor sudoración, entre otros.

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¿Me puede pasar?

Cualquiera puede sufrir alteraciones en la glándula tiroides aunque puede darse cuando hay “antecedentes familiares", indica el experto. También hay que controlarla en la gestación y, sobre todo, si hay abortos de repetición o infertilidad, depresión, en algunos tipos de obesidad o cuando sube el colesterol, así como en personas de más de 65 años, en las que el riesgo es claramente más elevado”, añade.

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¿Cómo afecta al embarazo?

Algo que se tiene que tener muy en cuenta cuando se planifica el embarazo es el estado de la tiroides puesto que influye en el correcto desarrollo de bebé. “Parte del desarrollo cerebral del bebé depende de la hormona tiroxina de la madre. Si se llega a la gestación con hipotiroidismo no diagnosticado y no tratado, puede suponer un riesgo para el feto. También puede producir más abortos si la glándula no funciona bien.

De ahí la importancia de analizar el estado de la hormona a las mujeres gestantes durante el primer trimestre. Pero no a todas. “Solo aquellas con síntomas o signos de disfunción tiroidea. Tampoco se recomienda hacer una ecografía tiroidea a todo aquel que tenga disfunción, sino solo a aquellos que presente un aumento de tamaño del cuello o cuya glándula tiroides sea palpable (bocio).

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¿Se puede prevenir?

Sí. El consumo de yodo es una de las herramientas más sencillas para prevenir algunas alteraciones de la tiroides ya que para que ésta funcione correctamente necesita yodo. El bocio, por ejemplo, se produce por una dieta baja en este mineral. Por otro lado, la deficiencia de yodo en la alimentación es una de las causas de retraso mental.

El pescado es el alimento que más yodo contiene, pero se tendría que consumir a diario. La leche, en cualquiera de sus versiones, también cuenta con este mineral en su composición. Sin embargo, los expertos recuerdan que la introducción de sal yodada en la dieta (no el aumento de sal de mesa) es la mejor manera de aportar al organismo el yodo que necesita, especialmente a niños, embarazadas y mujeres en edad fértil.

¿Puede ser cáncer?

La glándula tiroides también puede sufrir cáncer. Algunos de los síntomas asociados, además de un bulto que a veces crece rápidamente, son un dolor en la parte frontal del cuello, ronquera y/o tos persistente, problemas al tragar, dificultad al respirar, entre otros. 

Sin embargo, “aunque los nódulos son frecuentes y aparecen hasta en un 20 y 30 % de la población general, el porcentaje de nódulos tiroideos que corresponden a un cáncer de tiroides es muy reducido (en torno un 5%)”, alienta el doctor José Carlos Fernández García, miembro del área de tiroides de la SEEN. En cualquier caso, si se detecta un bulto sospechoso, es importante no demorarse y acudir al médico. Lo normal es que no tenga importancia y, “si no sufre cambios en un plazo de cinco a diez años, suele tener un riesgo muy bajo de malignidad”, concluye el experto.

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