Saca el máximo partido al gimnasio
Pagar la cuota no es suficiente para aprovechar todo lo que el gimnasio puede hacer por ti. Vence la pereza y lánzate a hacer ejercicio.
Estás pensando en apuntarte al gimnasio, pero no encuentras el momento idóneo para empezar. O por fin te has decidido a ir pero, una vez allí, no sabes qué tienes que hacer ni por dónde comenzar. No te preocupes, los gimnasios pueden resultar a veces un poco intimidantes con todas esas máquinas y con gente que parece darles uso con toda la naturalidad y confianza del mundo. Pero no te dejes impresionar, es un lugar idóneo para ponerte en forma que está lleno de gente que suele ser amable y sana.
No lo dejes para mañana
Esta es la máxima fundamental para sacarle rendimiento a tu gimnasio: ¡ve! A no ser que tengas una buena excusa, posponer la visita no es una buena idea. Si vas a ir por primera vez y ningún momento te parece bueno para empezar, deja de pensártelo y ve hoy mismo. Lo importante es romper el hielo, y ya irás viendo qué horario es el más adecuado para ti. Da el paso y te sentirás feliz de haber iniciado el camino hacia un cuerpo más saludable.
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Planifica
Es importante saber qué nos ha impulsado a ir al gimnasio, porque los motivos pueden ser distintos para cada persona. Puede que tu principal objetivo sea perder peso, o lo que quieres es tonificar pero no necesites adelgazar; puede que necesites ganar resistencia o quizás todo lo anterior a la vez. Si conoces tu objetivo, podrás hacer el entrenamiento necesario para conseguirlo. Tal vez eres de las que prefieren las clases colectivas, guiadas en todo momento, a entrenar de forma independiente en la sala. O quizás te gusta combinar ambas posibilidades. Tú decides: el gimnasio está ahí para darte lo que necesitas.
Acude al entrenador
Todos los gimnasios cuentan con entrenadores dispuestos a ayudarte en lo que necesites. No pueden estar todo el tiempo contigo como haría un entrenador personal, pero pueden hacer mucho por ti. Cuando llegues te presentarán a uno de ellos. Asegúrate de que te pesa y te mide, y cuéntale tus objetivos. Él te ayudará a ver si son realistas o si puedes hacer mucho más de lo que imaginabas. Después te asignará una rutina de ejercicios y podrás empezar a entrenar. Si crees que realizas algún movimiento de manera incorrecta o notas molestias con algún ejercicio, no dudes en preguntarle.
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Ten paciencia
Sé constante con la rutina que te haya marcado tu entrenador y ve paso a paso. A veces queremos ver los resultados en el menor tiempo posible, pero no intentes hacer en una semana el trabajo de un mes. Piensa en que solo con ir y hacer lo que tienes marcado tu cuerpo ya se siente mejor. Si entrenas una media de tres veces por semana, en pocos días notarás que tienes mayor resistencia para realizar cualquier actividad. En un par de meses los cambios serán visibles frente al espejo, y de ahí en adelante te sentirás cada vez mejor.
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Cuida tu alimentación
Mantén una alimentación sana y equilibrada para cuidar tu cuerpo por dentro y por fuera. Si has conseguido ir al gimnasio con asiduidad te resultará más fácil, porque hacer deporte de manera regular nos ayuda sentimos más felices y también más motivados para comer mejor. No te saltes ninguna comida y cuida mucho la hidratación. Si crees que es necesitas hacer alguna modificación en tu alimentación para sacarle el máximo partido a tu rutina de ejercicios, no dudes en hablar con tu entrenador