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Porque mente y cuerpo forman un todo, nuestro sistema posee la capacidad de crear un vínculo entre ambas partes: así es, aquello que se ingiere puede influir en la razón. Si "somos lo que comemos" ha terminado por cobrar más sentido hoy, resulta necesario comprender cómo nace, crece y se reproduce esta relación dentro de nosotros. Tal y como explica Cristina Sabaté, dietista-nutricionista del Centro de Nutrición Julia Farré (www.centrojuliafarre.es/), una de estas situaciones sucede cuando ciertos alimentos que cuentan con el aminoácido triptófano en su composición se introducen en nuestro organismo. En ese momento, este es capaz de sintetizar, mediante un proceso natural, la serotonina: una sustancia neurotransmisora que consigue regular nuestro estado de ánimo. Con este dato como premisa, Sabaté recomienda cinco alimentos que contienen dicho elemento, que además de ser viejos conocidos, se pueden integrar con facilidad en la vida diaria (o ya lo están), para ayudarnos a encontrar el equilibrio interior.
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Legumbres
No son pocas las ventajas que pueden asociarse a un producto como este. Fuente de fibra, vitaminas y minerales, la Fundación Dieta Mediterránea indica un consumo aproximado diario de estas (combinado con otras verduras y cereales). Las recetas españolas más populares las preparan en guiso de cuchara, pero las ensaladas de legumbres pueden ser una alternativa deliciosa. Tal vez desconocías que algunas como las alubias, las lentejas o los garbanzos son ricas en triptófano. Un atributo más para añadir a la lista.
El salmón
En la conocida dieta mediterránea también hay hueco para este pescado azul. Como ocurre con muchos otros de su categoría, las recomendaciones sobre su ingestión avisan de una cantidad limitada a dos veces por semana. Sin embargo, el omega 3 que lo constituye le aporta facultades como las de reparar membranas celulares, reducir la inflamación y mejorar la salud de los huesos.
Huevos
Este manjar, que también contiene triptófanos, es de lo más versátil; ya sea para almorzar, cenar o desayunar, las propiedades del huevo lo hacen un alimento sinónimo de energía. Aconsejado entre 2 y 4 veces por semana, permite desarrollar infinidad de recetas en la cocina.
Lácteos
De todos los productos que podrían denominarse lácteos, es el queso el que mejor recoge, según este centro de nutrición, las características necesarias para influir en nuestra serotonina. El calcio y fósforo de su constitución, junto a un alto nivel proteico, recuerdan su valor nutricional.
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Frutos secos
Nueces, avellanas, almendras, cacahuetes y muchos otros frutos de cáscara son dejados a un lado habitualmente sin considerar su aporte en fósforo y oligoelementos. A pesar de no encontrarse entre los ingredientes de las recetas diarias, ya sabiendo que cuenta con este aminoácido, algunos profesionales sugieren un puñado diario de ellos.
Chocolate negro
Para los adictos a este derivado del cacao todo parece apuntar a que están de enhorabuena. Al igual que el huevo, su capacidad estimulante lo convierte en un ingrediente muy apropiado para una vida activa. No obstante, la experta recomienda pequeñas cantidades esporádicas de una tableta que se aproxime al cacao puro, es decir, compuesta por más de un 85% del mismo.
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