Destierra la idea de que es un 'ejercicio suave' al que acuden los que no aguantan una intensa clase de spinnig o de cardio-box. Es cierto que no te hará sudar tanto, pero el pilates es tan completo que en poco tiempo notarás los resultados en todo tu cuerpo. Su práctica frecuente aporta tantos beneficios que, si lo pruebas, te harás adicta a él.
Tonifica todo el cuerpo
Es cierto que la mayoría de ejercicios tienen como centro el abdomen, y que posiblemente es ahí donde apreciamos resultados más visibles en un plazo de tiempo menor. Pero el trabajo se realiza en todo el cuerpo, especialmente en espalda, glúteos, piernas y brazos. Verás cómo todos estos grupos musculares se tornan más fuertes, definidos y resistentes. Y tú te sentirás tan fuerte y resistente como ellos.
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Gana flexibilidad
Los estiramientos lentos, controlados y acompasados con la respiración provocan el alargamiento de los músculos, al contrario que el entrenamiento con pesas, que tiende a acortarlos. En pocas semanas volverás a tocarte los dedos de los pies con las manos, además de prevenir lesiones y evitar el desgaste de las articulaciones
Combina cuerpo y mente
J. H. Pilates, creador del método, dijo que “la postura perfecta resulta directamente del equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu”. Cuando empiezas a practicar pilates no estás ejercitando sólo tu cuerpo. Los movimientos que realizas están perfectamente coordinados con tu respiración, y han de ser tan lentos y controlados que nos es posible caer en distracciones. Mente y cuerpo han de estar comunicados y, cuando esto ocurre, nos invade una placentera sensación de tranquilidad.
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Dormirás mejor
Es un método que nos proporciona bienestar, como hemos dicho, físico y mental. Nos ayuda a liberarnos de las tensiones y del estrés diario, algo fundamental para conseguir un sueño reparador sin apenas esfuerzo. Puedes practicarlo a cualquier hora del día, pero se recomienda dejar un margen de dos horas antes de acostarnos para asegurarnos un sueño placentero. Si lo combinas con un paseo de 30 minutos o algo de ejercicio aeróbico, despídete de contar ovejas para dormir.
Refuerza el suelo pélvico
Los ejercicios básicos mejoran la postura general del cuerpo al equilibrar los músculos que rodean la región lumbar y pélvica. Si no padeces ningún problema, como pérdidas de orina o prolapsos (descenso de órganos), el pilates es la disciplina ideal para fortalecer el suelo pélvico y evitar complicaciones futuras. Si tienes dudas, antes de empezar puedes hacer valorar tu estado pélvico por un profesional. En las clases es normal que los monitores expertos estén familiarizados con las lesiones de los alumnos, así que no dudes en informar al tuyo de cualquier problema que consideres importante para realizar los ejercicios con total tranquilidad.
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No importa la edad
Esta es otra de las características que distingue el método pilates de otros tipos de entrenamiento. Puede ser practicado a cualquier edad porque los ejercicios pueden adaptarse y modificarse según las necesidades de cada persona sin restarle beneficios. Empieces cuando empieces, notarás cómo mejora tu circulación, tu equilibrio, flexibilidad y hasta tu estado de ánimo. Si tienes alguna duda, habla con tu médico para saber qué tipo de ejercicio físico es más adecuado para ti.