Cada vez son más las personas que toman conciencia sobre su cuerpo y el entorno que les rodea, preocupándose por una alimentación y estilo de vida saludables. Tanto es así que, mientras que el vegetarianismo se posiciona como una clara tendencia al alza en España, son muchas las variantes de este régimen alimentario, basado principalmente en el consumo de productos vegetales, que ganan fuerza. Corrientes más flexibles, como el flexitarianismo o el veganismo, y otras más restrictivas, como el crudiveganismo, que presentan un mayor número de interrogantes. Precisamente es la dieta crudivegana, también conocida como cocina 'raw' o alimentación viva, una de las tendencias 'foddie' que está pisando más fuerte. Además, se contempla como un auténtico desafío para los amantes del estilo 'healthy' (en sus múltiples versiones) y, en definitiva, de la gastronomía.
La vuelta a los orígenes se convierte en tendencia 'gastro'. La 'raw food' es una dieta que promueve el consumo de alimentos en su estado natural, es decir, en crudo, sin ser sometidos a temperaturas superiores a los 48 grados. Pese a las restricciones que, a priori, pueda parecer que presenta este tipo de régimen, crear elaboraciones maravillosas y divertidas sin la necesidad de utilizar una plancha ni un horno puede resultar hasta sencillo. La imaginación y la fantasía se convierten en algunos de los aliados principales para crear un bocado gourmet, basado en técnicas como la deshidratación, el licuado o el marinado.
"Mientras que algunas recetas de alimentos crudos requieren mucho procesamiento y preparación, otras comidas requieren poco o nada, como una ensalada o fruta fresca. Si está explorando este estilo de vida, es probable que le sea útil tener una licuadora y un procesador de alimentos, como mínimo. También un exprimidor y un deshidratador, que permite hacer panes y galletas de lino vegano crudo. Hay que tener un poco de fantasía y enfocarse en los ingredientes de temporada", nos explican desde el Café Blueproject, un restaurante de 'raw food' y comida ecológica en Barcelona.
No obstante, y pese a que esta tendencia en crudo llegada directamente desde Nueva York cada vez cuenta con más defensores que ensalzan el sabor puro de los alimentos, todavía son muchos los que ponen en tela de juicio los beneficios que puede aportar una dieta crudivegana a las personas. Eva Roca, de la escuela de alimentación Living Raw Food, nos puede sacar de dudas: "A nivel individual, aporta salud y los nutrientes necesarios para desarrollar el cuerpo las funciones vitales, cosa que, en muchas ocasiones, la alimentación cocinada no aporta, ya que las vitaminas y enzimas pueden desvanecerse con la cocción. A nivel global, aporta ecología, sostenibilidad y respeta a todos los seres y animales".
Así es la cocina 'raw', una dieta que, aunque está fuertemente ligada a los seguidores de la filosofía vegana, puede tener su versión crudívora, en la que no se prescinde de carnes y pescados. Eso sí, cocinados siempre por debajo de los 48 grados.