Muchas especies de animales sincronizan su ciclo reproductivo con la llegada del buen tiempo. Por eso, en primavera y en verano nacen múltiples camadas de perros y gatos. De estas nuevas crías, muchas terminarán compartiendo hogar con una familia humana, una decisión que no debe tomarse a la ligera, pues ellos también son seres vivos. No obstante, si después de meditar y de sopesar la gran responsabilidad que esto conlleva has decidido incorporar un nuevo miembro a tu familia, es importante que tengas en cuenta determinados aspectos.
Para empezar, antes de que el perro o gato llegue a casa, despeja la estancia de todo tipo de objetos que puedan romperse, caerse con facilidad, resultar peligrosos o con los que pueda tropezar. Recuerda que, en sus primeros meses de vida, son bastante 'torpones', por lo que lo más recomendable es crear un entorno seguro para así evitar posibles sustos. No olvides poner a su disposición comida, agua fresca y limpia y una camita donde pueda descansar (y un arenero, en el caso de los gatos).
Aunque todo cachorro, independientemente de su especie y raza, tendrá que pasar inevitablemente por un periodo más o menos largo de adaptación a su nueva estancia, su primera noche en casa es fundamental.
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Mantener la calma es una de las principales cuestiones que deberás tener en cuenta. La llegada de estos pequeños a nuestro hogar puede resultar excitante, sobre todo si hay niños de por medio, sin embargo, no se puede olvidar que los animales se encuentran en un territorio totalmente desconocido y que el cambio puede generarles mucho estrés.
El destete de perros y gatos suele realizarse en torno a los dos meses vida. Un periodo de tiempo en el que los animales se han acostumbrado a vivir en compañía de su madre y sus hermanos; ahora tendrán que hacerlo con su nueva familia. Hasta que eso ocurra, es normal que se sientan desorientados y lloren mientras intentan buscarlos. Ante esta situación, lo mejor es tratar al nuevo miembro con cariño y comprensión.
Eso sí, cuando llegue el momento de ir a la cama, comprueba que todo está en orden e intenta 'ignorarlo' para que no trate de llamar tu atención de esta forma.
Al principio es frecuente prestar una mayor atención a los cachorros; mucha gente procura realizar las adopciones en fin de semana para pasar tiempo con ellos o, incluso, cogen días de permiso en el trabajo. Sin embargo, para evitar futuros problemas de dependencia, también tienen que aprender a estar solos.
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Si tu nuevo compañero va a compartir habitación contigo, y no quieres que termine durmiendo en tu cama, intenta no acostumbrarlo. Coloca la suya en un rincón del dormitorio y acuéstalo en ella, verás cómo pronto lo entiende.
Uno de los problemas principales de los cachorros de perro es su incapacidad para controlar los esfínteres. Los gatos, por instinto, harán sus necesidades en el arenero desde el primer momento. Los perros, en cambio, deberán esperar a que los saques a la calle. Por otro lado, si el calendario de vacunas te lo permite, intenta hacerlo justo antes de acostarte, así el cachorro estará cansado y pasará la noche más tranquilo. Aun así, durante este tiempo, y para evitar que miccionen o defequen por la noche por la casa, intenta delimitar el espacio en el que duerma cerrando algunas puertas (en el dormitorio, salón, cocina...) y coloca papel absorbente y de periódico por el suelo para que sea más fácil limpiarlo.