La cultura del movimiento es una tendencia que se abre camino en el mundo del fitness y que cada vez practican más personas. Una corriente en la que no hay etiquetas, ni especializaciones, ni límites. Colgarse de los brazos, levantar pesos libres, correr, saltar, jugar, bailar... Todo vale.
¿Qué es la cultura del movimiento?
La cultura del movimiento engloba desde halterofilia hasta danza, yoga, entrenamiento de la velocidad, malabares, acrobacia y así hasta el infinito. "Lo más interesante de esta práctica es que las opciones son prácticamente infinitas, siempre hay nuevos retos por explorar y, sobre todo, no hay barreras específicas de un método en particular”, comenta Juan Nieto de Centros Slings, especialistas en Pilates y Movimiento.
“Cuando entiendes la verdadera dimensión, te das cuenta de que si estás vivo, te estas moviendo. Incluso en la quietud más absoluta, tu cuerpo no se detiene." Su práctica estimula y ayuda a crecer física, emocional y espiritualmente, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas.
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¿Cómo practicarlo?
Para empezar con el movement training hay que abrir la mente, porque no se parecerá a ninguna actividad clásica de gimnasio que hayas podido hacer antes. Esta práctica no se puede limitar a unos ejercicios o rutina concreta, ya que consiste en explorar, aprender y sorprenderse cada día de lo que se puede hacer con el cuerpo. Lo más importante, y a diferencia de otras prácticas deportivas, es que tiene la exploración constante y el aprendizaje de nuevas habilidades motoras como fin en sí mismo. El objetivo no es estético, sino retar nuestros propios límites cada día.
Para comenzar (y especialmente si no te ‘mueves' habitualmente, tienes dolor, miedo a moverte o algún tipo de limitación) puedes seguir el consejo de Juan Nieto, fundador de Slings, quien considera que Pilates es el método más eficaz para introducirte en mundo del movimiento con calidad.
@Centros Slings de Pilates & Movimiento
6 disciplinas que practicarás durante una sesión de movimiento libre
No se puede hablar de una disciplina específica, pero se pueden resaltar algunos ejemplos que incorporan el moverse como eje de su metodología. ·
- Calistenia. Se trata de una disciplina que se centra en el trabajo muscular a partir de ejercicios físicos con el propio peso corporal.
- 'Parkour'. Una disciplina nacida en los suburbios de París, que consiste en trasladarse de un punto a otro de la forma más útil y eficiente haciendo uso únicamente del cuerpo y su capacidad física.
- Yoga acrobático o acroyoga. Es una disciplina que integra elementos del yoga tradicional, acrobacias de la gimnasia artística y el masaje tailandés para trabajar el equilibrio y la fuerza del cuerpo.
- 'Animal Flow'. Es una modalidad de entrenamiento corporal basada en el movimiento libre con el peso corporal y la imitación de distintos animales.
- 'MovNat' o Movimiento Natural. Esta modalidad se basa en habilidades básicas que debiera desarrollar el cuerpo humano, a través de acciones naturales como caminar, correr, saltar, trepar y mantener el equilibrio.
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¿Por qué practicar movimiento ‘a secas’?
Porque mejorará tu equilibrio, tu fuerza y tu resistencia. Practicarlo te permite explorar lo que eres capaz de hacer, te da confianza y te enseña las herramientas para atreverte a explorarlo. "Aunque el objetivo principal no es obtener un determinado aspecto físico, su práctica tiene consecuencias espectaculares en nuestra anatomía. Adquirir nuevas y complejas habilidades de movimiento requiere un cuerpo fuerte, flexible y proporcionado. Nuestro físico es la herramienta para poder desarrollar más actividades y esas ganancias físicas que obtenemos permanecen con nosotros, ya que tienen una utilidad real en nuestra vida", aseguran en Centros Slings.
“Te ayudará a volver a conectar con tu cuerpo porque, a diferencia de cuando éramos niños, hemos perdido la curiosidad por explorar, por jugar, por probar nuestra capacidad y nuestros límites corporales”, argumenta Blas Chamorro, fundador de Centros Slings. La meta es incorporar una cultura de movimiento en cada momento de nuestra vida.
En definitiva, the movement culture es una invitación a moverse más allá de los métodos, a progresar empleando las bondades de un deporte u otro, pero sin limitarse a las etiquetas de cada uno. Entrenar el movimiento es sobre todo un juego constante que explora y reta nuestro propio potencial. Lo interesante de esta práctica es que es multidisciplinar y adhiere lo bueno de cada disciplina para aplicarla a las otras. Es un proceso que se recorre de manera gradual y constante.