Tres posturas de yoga que te harán sentir bien
Con la finalidad de alcanzar el equilibrio entre cuerpo y mente, la realización de determinadas asanas contribuirán a un mayor bienestar, tanto físico como mental
Con un estilo de vida como el que prima en la actualidad, donde el estrés y las prisas son una constante, la practica del yoga se ha extendido de manera significativa entre toda la población con el fin de poder conectar con uno mismo y alcanzar una perfecta sintonía entre cuerpo y mente. Ayuda a desconectar del mundo exterior, alcanzando un estado de bienestar mental que se une a los beneficios físicos derivados de la actividad, algo que se manifiesta en el día a día. Entre sus bondades destacan la combinación entre el trabajo de fuerza y flexibilidad, el autoconocimiento y una mayor visión positiva de las cosas. Importantes aspectos que se consiguen, poco a poco, a través de la ejecución de sus distintas posturas o asanas, de mayor o menor dificultad. Pero, ¿cuáles son aquellas que ayudan a sentirse mejor, incluso cuándo se es principiante?
Vrkasana o postura del árbol
Es una postura de equilibrio en la que el cuerpo emula el tronco y las ramas de un árbol. En ella, los pies y piernas se convierten en la base que sostiene el peso y hace posible la estabilidad. Al tener que mantenerse sobre una sola pierna, se favorece la concentración y ayuda a vaciar la cabeza de otros pensamientos, alcanzando así uno de los principales objetivos del yoga: equilibrar cuerpo y mente. Sin duda, una asana ideal para comprobar el estado mental, pues lo importante para su realización es centrarse en el ‘aquí y ahora’. Además, entre sus beneficios figura aliviar la tensión, estimular la digestión, regular el funcionamiento de los riñones y combatir el estreñimiento.
Parivrtta Parsvakonasana o torsión lateral
Se trata de una asana de torsión que proporciona de manera inmediata una agradable sensación de estiramiento, oxigenación y bienestar. Toda una experta yogui, Vanesa Lorenzo incide en su blog en la importancia de estas posturas para la columna vertebral, puesto que el movimiento que se realiza sobre ella permite que las vértebras se oxigenen, manteniéndolas en forma. “Cuando la columna gira y se acompaña el movimiento de una respiración profunda y consciente, la sangre llega mejor a los diferentes órganos. Noto cómo me lleno de energía y a la vez se calma mi mente, como si estuviera meditando. Además, me alivia la tensión en la zona abdominal, mejora la flexibilidad del diafragma y me ayuda al tránsito intestinal”, afirma la modelo.
Balasana o postura del niño
Es una de las posiciones de descanso que, dada su facilidad, permite relajarse y descargar la espalda. Para su correcta ejecución, los pulgares de los pies deben mantenerse juntos y las rodillas tienen que estar separadas aproximadamente el ancho de las caderas; los brazos se colocan a ambos lados del cuerpo y hacia atrás. Perfecta para principiantes, entre sus beneficios destaca el estiramiento de toda la zona lumbar (por lo que es muy indicada para realizar después de otras posturas) y, además, reduce el estrés y la fatiga. Al resultar muy sencilla de mantener supone una excelente oportunidad para realizar una respiración consciente, una importante herramienta que sincroniza el cuerpo y la mente.