Con la llegada del verano, el sol y las altas temperaturas todos sufrimos las consecuencias del calor. Incluso nuestras mascotas. Los animales no son inmunes a las insolaciones, las quemaduras solares y los temidos "golpes de calor" propios de la época. Y, al igual que ocurre con las personas, hay muchos factores que deben tenerse en cuenta para garantizar el bienestar de los perros en los meses más calurosos del año, donde hay que tomar medidas especiales y prestar más atención que nunca. Más teniendo en cuenta que no tienen un regulador corporal de temperatura.
Precauciones y recomendaciones para los días más calurosos
En HOLA.com nos hemos puesto en contacto con la experta del Hospital Veterinari de Lleida, Yaiza Serra, para descubrir cómo poder ayudar a nuestra mascota en los calurosos meses de verano. En primer lugar, la veterinaria recomienda evitar la exposición directa de los animales al sol, así como dejarlos en espacios con poca ventilación, como el interior de un coche, para que las altas temperaturas no acaben jugando una mala pasada.
Para prevenir un golpe de calor, es indispensable que la mascota tenga siempre a mano agua limpia y fresca, que esté en un lugar amplio con un importante espacio de sombra y que se procure darle de comer a primera hora de la mañana o por la noche, especialmente cuando se trate de un cachorro o un animal mayor. A la hora de sacar a pasear al can, es preferible hacerlo en los momentos de menos calor, evitar que haga mucho ejercicio y, por supuesto, que nunca salga a correr acompañado por una bici o 'roller'. Además, al haber un mayor número de espigas en los meses de julio y agosto, es importante revisar entre los dedos en busca de restos, así como pulgas y garrapatas, después de cada paseo.
Además de las medidas para hacer frente al calor, es importante llevar a cabo otras acciones que pueden ayudar a mejorar el estado de bienestar de tu mascota durante el estío. El verano es la época por excelencia de los insectos y arácnidos, que se esconden en los lugares más insospechados, y se debe proteger a las mascotas de pulgas y garrapatas. Según la veterinaria, es imprescindible desparasitar tanto interna como externamente al animal, como principal medida de prevención. Además, tal y como matiza la especialista, los meses más calurosos son también los más propicios para las reacciones alérgicas, debido a la existencia de una mayor densidad de bichos y parásitos.
Desde la Fundación Affinity aconsejan mojar al animal, sobre todo en la cabeza y en el tronco, para ayudar a bajar la temperatura, cepillarlo con frecuencia para favorecer la muda y retirar el subpelo (el más fino y lanoso que sirve para dar calor en invierno) y cortarle el pelo, especialmente en la barriga, dejando unos 2-3 centímetros aproximados de longitud para dejar que proteja del calor y de las quemaduras solares.