¿Te cuesta comer fruta? Sabemos cómo hacerte adicta a ella
Sabes que es importante pero, reconócelo, no siempre te apetece.
El consumo diario de fruta es imprescindible para una dieta sana y equilibrada, ya que además de hidratar nuestro organismo le aporta multitud de beneficios: fibra, minerales, vitaminas y carbohidratos simples que nos llenan de energía. Existe una variedad tan grande de frutas que es muy posible que aún no hayas probado aquellas que realmente te guste comer. Mientras continúas con la búsqueda, te proponemos una gran variedad de opciones de lo más apetecible para incorporarlas a tu vida.
Con nata
Cualquier fruta es amiga de la nata, especialmente los frutos rojos. Así que no te limites a las clásicas combinación con fresas. Atrévete con un banana split o con una manzana asada coronada con una pizca de nata. Eso sí, no abuses de ella y preferiblemente cómprala sin azúcar. Es mejor que le añadas tú un poco para darle el toque dulce.
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Con chocolate
Las fondues de chocolate son altamente irresistibles, y no hay fruta que se resista a una buena cobertura de chocolate recién fundido. Prueba con tantas como quieras: manzana, plátano, fresas, kiwis, naranjas. Si no tenemos fondue podemos derretir el chocolate al baño María o en el microondas. Intenta no abusar del chocolate y elegir uno negro con un porcentaje alto de cacao.
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En tus platos
Incorpora la fruta a la cocina y descubre sabores nuevos. Además de los platos fríos, como las ensaladas (prueba con manzanas, peras, granadas…), también hay muchas formas de cocinarla.
A la plancha pueden ser una excelente guarnición, o complementando una brocheta de pollo o pescado blanco.
Se fusiona de maravilla en numerosos guisos. Prueba con una crema de zanahoria y manzana caramelizada, un curry de garbanzos con mango o un pato a la naranja.
Batidos y 'smothies'
Los zumos y batidos son otra forma excelente y sencilla de tomar la fruta. Elige aquella que más te guste y ponla como base. Luego añade trocitos de otras que te gusten menos. Podrás disfrutar de todas sus propiedades ocultando en parte su sabor. Si le añades alguna verdura, multiplicarás sus propiedades.
Algunas frutas combinan muy bien con los lácteos. Añade un poco de canela y ¡a disfrutar!
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Repostería casera
Las posibilidades son infinitas. Puedes incorporar pequeñas piezas de fruta a un gran número de recetas con un excelente resultado. Seguro que encuentras más de una opción que te encanta: bizcochos de naranja, tartas de manzana o zanahoria… si sustituyes parte del azúcar por piezas de fruta saldrás ganando doblemente.
Helados
Los helados y polos caseros lo tienen todo: son fáciles de hacer, muy saludables y están riquísimos. Además, es una buena forma de asegurar que las frutas mantienen sus propiedades. Y prueba con la que quieras: unas se adaptarán mejor a un helado que lleve productos lácteos, y otras serán perfectas para preparar un rico sorbete helado.