Dificultad para respirar, sensación de que no llegas a la compra y te cansas, fatiga, ahogo… ¿Te pasa? Si es así, debes ir al médico. Hay distintos problemas que pueden ocasionar estos síntomas y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es uno de ellos. Incluso si eres mujer.
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La EPOC es una enfermedad silenciosa que causa problemas respiratorios como disnea y puede acabar con un enfisema pulmonar (un tipo de EPOC con destrucción del tejido pulmonar). Aunque típicamente se haya asociado a los hombres, también tiene nombre de mujer. Es más, los expertos ‘buscan’ personajes públicos con EPOC para darle mayor visibilidad a la patología, ya que, aseguran, aún se percibe como una afección típicamente masculina y una cara conocida ayudaría a combatir este error.
“A la EPOC le falta una cara famosa”, insistieron expertos reunidos en la jornada Salud y Mujer. Necesidad y desafíos de un enfoque de género, celebrada por la Fundación AstraZéneca, en Madrid. Y es que la solemos asociar con el típico varón, entrado en años, que no para de toser. Sin embargo, cada vez hay más mujeres que la sufren. “Existen países en los que ya hay más mujeres con EPOC que hombres”, afirma la doctora Patricia Sobradillo, delegada Nacional de Global Initiative for Chronic Obstructive Lung. En Estados Unidos, por ejemplo, esta enfermedad mata a más mujeres que el cáncer de mama y el de pulmón juntos.
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Prevención y diagnóstico
Para combatir este avance implacable y luchar contra la enfermedad son necesarios dos abordajes: prevención y diagnóstico. En cuanto a la prevención, es importante recordar que el tabaquismo es uno de los principales causantes de su aparición. En este sentido, recuerda la doctora Tamara Alonso, médico adjunto del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de la Princesa, “las mujeres son más susceptibles a los efectos nocivos del tabaco y en ocasiones presentan más síntomas que los varones para igual grado de obstrucción pulmonar, por lo que las estrategias de prevención de consumo tabáquico y las campañas de deshabituación deberían ser una prioridad, con especial hincapié en este género”.
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Por otro lado, el correcto diagnóstico es esencial y los médicos también deben ampliar los criterios diagnósticos y plantearse que una mujer con problemas respiratorios también puede sufrir EPOC. Así lo afirma el doctor Joan B. Soriano, profesor del Instituto de Investigación del Hospital La Princesa: “hace años, en la facultad de Medicina recomendaban sospechar del diagnóstico de la EPOC ante la triada “hombre, mayor de 40 años y fumador” y ahora ya somos conscientes de que la primera de estas características no debe aplicarse”.
Según el doctor Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de la Princesa, “la enfermedad está desproporcionadamente infradiagnosticada e infratratada en mujeres por lo que debemos mejorar su abordaje integral”. De hecho, en España el infradiagnóstico de las mujeres asciende al 86% frente al 68% de los casos en hombres. Además, según el estudio EPISCAN, se estima que en las mujeres de entre 40 y 80 años existirían 628.102 pacientes con EPOC de las cuales 540.168 aún estarían sin diagnosticar. ¿Por qué? Hay muchas variables que influyen. Por ejemplo:
- Sentimiento de culpa. La mujer fumadora acarrea con el remordimiento de que el tabaco es, posiblemente, el responsable de la enfermedad.
- Pide ayuda más tarde. El colectivo femenino suele demorarse en acudir al médico cuando sufre síntomas respiratorios.
- Se suele pensar que es asma. Cuando una mujer acude al médico porque tiene dificultad para respirar, se suele pensar en otras enfermedades respiratorias como el asma. En cambio, si es hombre, se piensa en la EPOC.
Ansiedad y depresión, asociadas a la EPOC
Otros de los factores a tener en cuenta en la prevención, abordaje y tratamiento de la EPOC son los problemas asociados que provoca, en especial en la mujer. Por ejemplo, la ansiedad y la depresión aparecen en el 40% de ellas. “Y ello hace que tarden más y que les cueste dejar de fumar”, señala la doctora Patricia Sobradillo. Y es que la mujer suele buscar el ‘apoyo’ del tabaco para relajarse. Además, también "les cuesta más dejar de fumar por el miedo a engordar", añade el doctor Julio Ancoechea.
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Asimismo, recuerdan, las pacientes que tienen EPOC y ansiedad tienen un mayor riesgo de fallecimiento. Lo que obliga a tratar este problema de una manera global y ‘de género’.