La placenta es el órgano que nutre al feto y que le aporta oxígeno y nutrientes, está pegado a la pared uterina y se separa de ésta una vez se ha producido el parto. Sin embargo, en ocasiones puede haber complicaciones, como en el caso de María Zurita, la hija de la infanta Margarita, cuyo parto ha sido prematuro. La sobrina del Rey Juan Carlos ha sufrido un desprendimiento de placenta pero, afortunadamente, el bebé se encuentra bien, aunque tendrá que pasar unos días en la incubadura por su condición de prematuro.
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¿Qué es el desprendimiento de placenta?
El desprendimiento de placenta es un problema que puede darse en el embarazo, generalmente en el tercer trimestre (aunque puede ocurrir en cualquier momento). Según la Asociación Americana del Embarazo, solo afecta a un 1% de las mujeres gestantes y se trata de situación que requiere asistencia médica inmediata. Es la "tercera causa de muerte fetal en el tercer trimestre", advierte la doctora Fulvia Mancini, ginecóloga obstetra y directora de las Clínicas Eva. Y es que cuando se separa de manera precoz la placenta se puede interrumpir el aporte de oxígeno y de nutrientes al futuro bebé, lo que podría comprometer su vida.
El desprendimiento puede ser parcial o total. En el primer caso, y si el embarazo aún es muy prematuro, es posible que se indique ingreso hospitalario y reposo absoluto en cama y siempre que no haya sufrimiento fetal. En estos casos, la madre recibirá medicación para evitar las contracciones y se monitorizará costantemente al bebé.
En el caso de que el desprendimiento sea total, se deberá provocar el parto, que puede ser vaginal (si el feto está estable). Aunque, "generalmente, se practica la cesárea de urgencia, sobre todo, si la hemorragia es muy severa ya que la vida de ambos puede correr peligro", indica la doctora.
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Cuáles son los síntomas
Existen varios síntomas que pueden hacernos sospechar que se está produciendo un desprendimiento de la placenta. Por ejemplo, la hemorragia puede darse en muchos casos. Por ello, cualquier sangrado que ocurra durante el embarazo y, sobre todo, en el tercer trimestre, debe consultarse con el médico de inmediato.
Otros síntomas pueden ser el dolor abdominal agudo y punzante. "Las pacientes lo describen como si se tratara de una cuchillada, ya que el dolor es muy fuerte", matiza la especialista. La sensibilidad uterina, las contracciones así como las anomalías en la frecuencia cardiaca del feto, que puede observarse con la monitorización, también pueden levantar la sospecha. Por otro lado, es importante recordar que la hemorragia no es un síntoma que se manifieste siempre –en el 20% de los casos puede no haber sangrado- por lo que la gestante debe consultar con su ginecólogo ante las señales mencionadas. "Es una urgencia médica y de las peores si no se trata a tiempo", insiste la doctora Fulvia Mancini.
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¿Por qué sucede?
Hay varias causas que podrían provocar un desprendimiento de placenta. "Ser madre de más de 35 años, también aumenta el riesgo y serlo más allá de los 40 lo duplica", recuerda la especialista. Haber tenido el mismo problema en embarazos anteriores así como sufrir alguna anomalía congénita en el útero son otros de los factores que se asocian a este problema. Otras causas asociadas podrían ser el consumo de tabaco u otro tipo de sustancias nocivas o sufrir hipertensión o preeclampsia.
El embarazo múltiple también puede provocar desprendimiento de placenta (así como placenta previa). Tal como explica Heidi Murkof, autora de Qué se puede esperar mientras se está esperando (Ed. Planeta) “la separación de la placenta no puede detectarse antes de que suceda –por lo que no se puede prevenir-, pero como el seguimiento del embarazo es tan intenso, se pueden seguir los pasos necesarios para evitar más complicaciones”.
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